Con una solicitud al Superior Tribunal de Justicia de Misiones de colaboración para ampliar el análisis a los teléfonos celulares de Pablo Oscar Barrios (34), camionero acusado de transportar 4.177 kilogramos de marihuana, y la citación de al menos dos nuevos testigos, se llevó a cabo ayer, jueves, la segunda jornada de debate oral en el Tribunal Federal de esta capital.El juicio al posadeño detenido el 26 de agosto de 2016 sobre la ruta nacional 12, en jurisdicción de Candelaria, sumará una audiencia para recibir más testimonios y una cuarta fecha para alegatos y sentencia.Sobre el procedimiento que permitió el secuestro de la droga y que fuera llevado a cabo por efectivos del Escuadrón 50 “Posadas” de Gendarmería, un oficial y un sargento de la fuerza declararon ayer ante los jueces Norma Lampugnani, Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi. Hugo Walter González Enriquez, el uniformado a cargo de la patrulla, remarcó que la droga fue descubierta por “instinto”. “Montamos el control sobre la ruta en el cruce con el camino al cementerio de Candelaria. Lo primero que me llamó la atención del camión (que conducía Barrios) fue que el remito de la carga señalaba que partió desde Candelaria y nosotros estábamos antes del ingreso a la localidad”. Agregó que “percibimos olor a cannabis que despidió el semirremolque apenas se corrió la carpa”.Enriquez relató que tras iluminar entre los tablones apilados dentro del acoplado notó que había bolsas plásticas. “Era nylon negro entre las tablas. Ahí pasamos la sospecha de que ’algo está llevando oculto’, por lo que esperamos una hora hasta que llegó el perro entrenado para detectar droga que estaba en el puesto de Seguridad Vial de El Arco. La reacción del can fue positiva a estupefaciente”.A partir de este tramo de la declaración, se debatió ayer la actitud del acusado ante la situación de flagrancia. “Barrios se puso mal, no se negó al control en ningún momento, pero cuando el scanner del puente confirmó que había bolsas escondidas entre la madera, su comportamiento cambió y asumió que estaba transportando droga”.“Durante todo el procedimiento no dialogó conmigo sobre la procedencia del estupefaciente, menos aún si lo engañaron y ’se la pusieron’ en el camión”.En cuanto al paso sospechoso de una camioneta Toyota Hilux blanca por la ruta cuando se realizaba la inspección del Scania 113 de Barrios, Enriquez sostuvo: “Varias veces pasó, en la última tocó bocina y le pregunté a Barrios si sabía a quien pertenecía. ’Es mi cuñado’ respondió y no podíamos perseguirla porque debíamos resguardar al camión y conductor, éramos solo cinco (los uniformados)”. “Barrios presenció también el conteo y pesaje en el Escuadrón 50, estuvo sentado y esposado al lado de los peritos de criminalística”.El testimonio de Enriquez coincidió con el del segundo gendarme citado para declarar este jueves. Rafael Omar Torráz, sargento ayudante, conducía la camioneta y patrulla de la fuerza: “Había anomalías con los papeles, por eso se solicitó ’descarpar’ el camión y se notó el olor y las bolsas ocultas”. También se refirió al paso de la Hilux blanca: “Pasó tres veces al menos, en la última tocó bocina y no volvió a cruzar por la ruta”.Cerraron la jornada de debate dos testigos civiles, llamados para verificar el operativo. Dos albañiles de Garuhapé y Posadas, quienes confirmaron sus firmas en las actas y no detallaron ninguna sospecha sobre lo actuado por los efectivos de Gendarmería. “Había olor raro y se veían bolsas entre las maderas porque brillaban con la luz de las linternas”, resumió uno de ellos.
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