A pesar del prejuicio de que las personas mayores tienen menor capacidad de aprendizaje, diversas investigaciones demuestran que esta población presenta actividad en regiones del cerebro inactivas en adultos jóvenes, lo que permitiría compensar la disminución en otras áreas que se utilizan durante la etapa previa de la vida, afirmó el neurocientista Roberto Cabeza, de la Universidad de Duke, Estados Unidos.En su paso por Argentina para participar del Seminario Internacional en Envejecimiento que se realizó el jueves y el viernes último en el Hospital Italiano de Buenos Aires, Cabeza dijo a la agencia Télam que “investigaciones de los últimos 20 años demostraron que existen cambios en los patrones cerebrales de las personas mayores que compensan la reducción de actividades de las regiones que se utilizan durante la juventud”.El especialista, que es argentino pero reside desde 2001 en Estados Unidos, explicó que las investigaciones llevadas adelante en su laboratorio en la Universidad de Duke se basaron en el estudio de las imágenes con el objetivo de indagar las fases cerebrales de la memoria. “Tanto en nuestros estudios como en otros se encontraron tres tipos de cambios en el funcionamiento cerebral: por un lado, tienen un mayor desarrollo de las regiones frontales; por otro, tienen un desarrollo de actividad en regiones de ambos hemisferios, es decir que para una tarea en la que los jóvenes usan un solo hemisferio, las personas mayores usan los dos”, detalló Cabeza.“El tercer cambio es más sutil y tiene que ver con que en la zona del lóbulo temporal medio, en lugar de usar el hipocampo, tienen actividad en otras regiones”, agregó al respecto de la actividad cerebral en los adultos mayores.Cabeza, indicó, además, que “en el proceso de aprendizaje se diferencia la inteligencia fluida de la cristalizada; y en el caso de las personas mayores si bien existe una reducción de la velocidad, lo que influiría en su inteligencia fluida, el conocimiento acumulado que comprendería su inteligencia cristalizada actúa a modo compensatorio”.Más allá de las imágenes, el neurocientista recordó que “numerosas investigaciones arrojaron que quienes presentan menor reducción de la capacidad cognitiva son las personas mayores que han tenido durante su vida un mayor educación, vida social y, por sobre todo, que realizan y realizaron actividad física”.“Mejor dejá que lo hago yo”Al respecto de estos nuevos estudios, y en ese sentido, las políticas hacia la tercera edad que se desarrollan en la provincia, PRIMERA EDICIÓN consultó a la doctora Mirta Soria, responsable de la Dirección de Gerontología del Ministerio de Salud Pública. La profesional indicó: “Tenemos que derribar el mito de que los viejos no son productivos y ya no pueden aprender. Muchas veces se cree que un adulto mayor ya no puede hacer algunas actividades cuando en realidad sí puede”. Comentó que eso se podría traducir en la conocida frase “‘mamá dejá que lo hago yo’. Más allá de que realmente la persona tenga un problema, ocurre que se la termina apartando de tareas que la van incapacitando en actividades tanto físicas como mentales”, explicó. La doctora destacó que actualmente hay talleres, clubes de adultos mayores, donde esa franja etaria puede desarrollar un sinnúmero de cosas.“Hoy a nivel país existe la universidad de la tercera edad, y a nivel local talleres de pintura, de fotografía, de arte. Las estructuras para que los adultos mayores agilicen sus mentes están disponibles. Hoy inclusive hay deportes para la tercera edad como el vóley adaptado”, subrayó.“Cuando a través de otro de la misma edad, el adulto mayor redescubre en sí mismo su capacidad, es un gran estímulo para seguir adelante” destacó. “No negamos que una persona de edad avanzada tiene un proceso de deterioro, pero realizar esas actividades permite retrasarlo”. Soria detalló además que existen talleres pre-jubilatorios, como una forma de ir preparando a la persona para lo que en principio puede parecer como un desahogo, pero pasado el tiempo algunos entran en un estado depresivo porque se quedaron sin hacer nada. “Los que se van a jubilar deben saber que pueden realizar muchas actividades, desde aprender un idioma a estudiar una carrera. Es indispensable que una persona que está entrando a la tercera edad, comience a ejercitar su mente. Hay ejercicios para acostumbrar al otro hemisferio cerebral a responder a actividades como puede ser, cepillarse los dientes con la mano contraria a la que siempre utiliza, escribir con la mano no hábil para la escritura, etcétera. De esa manera, se mantiene en actividad el sistema nervioso central y además se ven favorecidos otros órganos del cuerpo, como así también el sistema inmunológico”, destacó. “Las personas que estamos en la profesión de la gerontología, queremos romper esos paradigmas y crear conciencia. Instamos a que se sumen a los clubes de adultos mayores, que se reúnan con gente de su edad, porque hay muchos que están solos en sus casas o en sus departamentos. Para eso se crearon organizaciones civiles y estatales para dar respuesta a esa franja de la población, para ser un espacio de socialización para que ellos estén activos e incluidos”.Recomendó que los que quieran comenzar a ponerse en actividad, tienen que acudir a los clubes de abuelos o acercarse a la Dirección de Gerontología ubicada en la sede del ministerio, en las calles Junín y Tucumán, o llamar al 444-7818, para interiorizarse de los cursos, talleres y políticas destinados a ellos. Por otra parte, pidió a la comunidad que informe sobre lugares donde funcionen hogares de adultos mayores, para que desde la Dirección de Gerontología puedan ir a visitarlos y ahondar sobre si necesitan ayuda profesional o asesoramiento para conseguir una habilitación en caso que no la tengan, para que funcionen así de forma correcta.
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