Teresa Turner no soporta a la gente que hace mucho ruido al comer, por lo que, el día en el que su marido, Rob, no paraba de reproducirle un video de una persona crujiendo la comida, decidió ponerle en venta en Internet.La mujer que vive en la ciudad inglesa de King’s Lynn,esperaba la comprensión de la gente pero, para su sorpresa, numerosas mujeres escribieron diciendo que estarían encantadas de comprar a Rob. La publicación alcanzó más de 300 reacciones en poco tiempo y multitud de comentarios de mujeres solteras. Teresa comentó que lamentablemente nadie ha ido a buscar a su marido. "Puede ser por la falta de los 30 días de prueba para la devolución", explica."Me la jugué una y otra vez, así que de repente vi esta notificación en Facebook diciendo que estaba a la venta o algo así", cuenta Rob, entre carcajadas. "Estoy feliz de que nuestro ridículo sentido del humor haya hecho reír a los demás", dice Teresa. Actualmente, siguen felizmente casados, según publica La Sexta.
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