Un testimonio que podría transformarse en determinante para esclarecer el asesinato del cambista Jorge Marino Kraemer, se concretó este viernes ante el juez de Instrucción 2, César Yaya, complicó la situación del único detenido en la causa y acrecentó las sospechas en cuanto al exconvicto prófugo de la investigación.Se trató de la presentación espontánea del chofer de taxi, quien habría trasladado en un Fiat Siena al hoy aprehendido -un policía federal retirado- y al prófugo, hasta la vivienda de Kraemer en el barrio 17 de Octubre de Itaembé Miní, a la hora que, se baraja, se produjo el crimen a tiros.Fuentes a las que pudo acceder PRIMERA EDICIÓN confiaron que el relato del taxista podría sellar la acusación de los dos sospechosos del homicidio. Pero para ello restan una serie de resultados periciales que incluyen, el cotejo balístico y de las dos pistolas nueve milímetros secuestradas en la casa del expolicía en Candelaria, como también el análisis de cruces de mensajes y llamadas de teléfonos celulares, además de los rebotes de antena de los mismos.Ante el juez de la causa, el trabajador del volante describió a los sospechosos, señaló horarios y recorridos realizados.Vale señalar que, a este empleado de una remisería posadeña, se llegó tras identificar el Fiat Siena con licencia de taxi captado por cámaras de seguridad del barrio 17 de Octubre. Del mismo modo se estableció la presunción en referencia a la camioneta Mitsubishi L-200 propiedad del expolicía.Ambos vehículos circularon entre las 15.25 y 16.30 del miércoles 19 de julio a pocos metros de la vivienda de Kraemer, según los registros en imágenes de sistemas de seguridad.La trama del crimen comenzó a deshacerse luego que los investigadores de la Dirección Homicidios de la Policía obtuvieran indicios del primer sospechoso, policía federal retirado por discapacidad que fuera atrapado el jueves 27 de julio sobre la ruta provincial 204 en Candelaria a bordo de una camioneta.Luego, en su vivienda del barrio 5 de Abril, en la misma localidad, se secuestraron dos pistolas, cuyo calibre corresponde al mismo de los dos disparos que recibió Kraemer, detrás de la oreja izquierda y en el pecho. Prisión domiciliariaEl único aprehendido hasta el momento, solicitó al juez Yaya continuar con su arresto pero en su domicilio. Para ello interpuso como fundamento su discapacidad que le afecta el sistema renal y que, en una celda común, podría agravarse.Los datos colectados apuntan a que a Kraemer lo mataron para robarle varios miles de dólares. Y que para quitárselos lo habrían engañado con el presunto motivo de prestar el dinero o aprovecharon que los tenía fuera de la caja de seguridad de su vivienda.En cuanto al origen del dinero de Kraemer, nacido en El Soberbio, no se detectaron problemas que lo liguen con actividades criminales. Se lo conocía por realizar viajes periódicos a varias ciudades y localidades del interior en los que vendía moneda brasilera y estadounidense.
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