“Diablo” no solo atormentaba a sus hijastras cuando las tenía enfrente. En las últimas horas, trascendió que por medio de mensajes de texto, el detenido les anticipaba a cuál de las dos sometería sexualmente por la noche.De acuerdo a lo señalado por las víctimas, el hombre les permitía tener un teléfono celular solo cuando salían de la casa, lo cual ocurría cuando las jóvenes llevaban a sus hijos a la escuela. En ese trascurso de tiempo, “Diablo” (33) les mandaba mensajes de texto. En la mayoría de los casos las amenazaba para que no tarden porque las castigaría pero, además, les escribía para avisarles cuál de las dos se convertiría en víctima durante la noche. Fuentes consultadas indicaron que la mayoría de los abusos se registraron en un descampado ubicado en la parte posterior de la chacra donde residía la familia, en San Gotardo, municipio de Capioví. En ese lugar hay dos viviendas ya que al parecer, en una residía el ahora detenido y en la otra, toda la familia integrada por un grupo no menor a nueve personas. Las condiciones de vida eran tan aterradoras como los maltratos, considerados como inhumanos por profesionales que trabajan en el caso. Las primeras pericias determinaron que en la casa donde residían las víctimas, de madera y piso de tierra, todos dormían en colchones extendidos en el suelo, en situación de hacinamiento. En cambio, “Diablo”, quien tiene 23 causas penales en la Justicia provincial e incluso es investigado por narcotráfico, vivía en una situación mucho más favorable, indicaron las fuentes consultadas: contaba con mercadería de todo tipo a su alcance y, además, las mejores prendas de vestir. Ante ese primer impacto, la Justicia ordenó la realización de un informe socioambiental en la propiedad donde residían los protagonistas de la lamentable historia. Con respecto a la situación actual de las víctimas, el magistrado Osvaldo Rubén Lunge, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico, solicitó que sean sometidas a pericias psicológicas, ya que las jóvenes se encuentran en una frágil situación anímica, en virtud de la angustia y el temor que aún las atormenta. La misma disposición se aplicará con los menores, es decir, los tres niños que las mujeres tuvieron como consecuencia de los abusos. Por otro lado y más allá de que las víctimas son mayores de edad, al parecer todo indica que sus testimonios serán otorgados en Cámara Gesell, ante la presencia de especialistas médicos. Esto en razón de que -pese a que ese procedimiento es exclusivo para menores- se tiene en cuenta el estado psicológico de las jóvenes.El caso fue denunciado a fines de julio. El último martes se realizó un allanamiento en la vivienda del acusado, quien fue detenido luego de enfrentarse con los uniformados de la Unidad Regional IV de Puerto Rico. Tal como PRIMERA EDICIÓN lo adelantó, en la propiedad se incautaron dos teléfonos celulares, uno del acusado y otro utilizado por las víctimas. Sin embargo, se realizan nuevos operativos para dar con otros dos celulares, los cuales también serían del detenido. Los teléfonos incautados serán sometidos a pericias a los fines de obtener datos respecto a los mensajes que recibían las víctimas. Por otro lado, “Diablo” fue indagado este viernes, pero decidió abstenerse. Si bien no trascendió la acusación por la que será imputado provisoriamiente, al menos la carátula del sumario policial habla de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la situación de convivencia preexistente, gravemente ultrajante, varios hechos reiterados”.
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