Señora Directora:? Resulta muy difícil al abrir el diario no encontrarse con accidentes de tránsito que sigan sumando muertes inútiles a las estadísticas provinciales. Cotidianamente esos hechos trágicos se repiten y repiten, alcanzando algunos fines de semanas cifras espeluznantes.Misiones es una de las provincias que proporcionalmente ocupa uno de los primeros lugares en esa lista roja que se niega a reducir y que va creciendo alternadamente. Y?las responsabilidades se distribuyen entre las autoridades que, pese a las campañas de educación vial (insuficientes) y las disposiciones de alcoholemia cero, poco hacen para asumir otras acciones que restrinjan estos hechos y las calles y rutas se vuelvan más seguros para quienes transitamos por ellas (sean vehículos o peatones).Los conductores tampoco ponemos mucho esfuerzo –al parecer– para reducir estos oscuros indicadores y, a la vez de conducir alcoholizados muchas veces, aprietan el acelerador a fondo, total el otro se hará a un lado cuando los vea desplazarse como bólidos. Los ejemplos de estos casos son el número más importantes de esas crónicas policiales donde la muerte y las mutilaciones son parte del desplazarse por los caminos de la provincia.Es necesario que tomemos conciencia de esos riesgos y comencemos con nuestro propio ejemplo, para que otros luego nos sigan.
Discussion about this post