En España están preocupados por la aparición de grupos radicalizados que centran su acoso y agresividad en el turismo, especialmente en hoteles y restaurantes de Mallorca y Barcelona. Al parecer, hay un reclamo laboral que no se ha canalizado a través de los gremios o representaciones de los trabajadores formalmente, sino que se publica a través de protestas callejeras y en lugares claves que están cuestionados.Consideran los agresores que “el turismo mata a Mallorca” y “aquí se está librando la lucha de clases”, consignas difundidas por los medios de comunicación de aquel país europeo. “En el marco de esta ola de acciones, que se suceden desde hace algunos meses, al menos siete hoteles de Barcelona han sufrido ataques vandálicos por parte de grupos de izquierda anticapitalista que denuncian sobreexplotación turística”, según el diario El País.Uno de esos grupos se denomina colectivo independentista Arran contra el turismo, que han actuado en Palmas y Valencia.La directora general de Turismo del Gobierno balear, Pilar Carbonell, ha mostrado su rechazo a la acción. “No es legítimo de ninguna de las maneras poner en riesgo a las personas y los bienes materiales de los demás” señaló al mencionado medio español.Ataques en BarcelonaLo que sigue, es un informe reflejado en El País sobre la situación en un centro de turismo español como es Barcelona.“En lo que va de este año, al menos siete hoteles de Barcelona han sufrido ataques vandálicos por parte de grupos de izquierda anticapitalista que denuncian la sobreexplotación turística. El Gremio de Hoteles tiene constancia de cinco incidentes, que le han sido comunicados por los propios establecimientos. El recuento de la asociación no incluye otros dos casos que ocurrieron en mayo y que presenció este diario. Los establecimientos han denunciado individualmente pero el Gremio no se ha personado en las causas. Tampoco lo ha hecho el Consistorio que dirige Ada Colau”.“La mayoría de ataques sucedieron durante la marcha alternativa del Día del Trabajo”, explicó Manel Casals, director general del gremio. Algunos de sus miembros han comunicado los ataques, si bien no existe ningún protocolo o iniciativa de la entidad para contarlos. Cada uno denuncia de manera particular y, según Casals, la entidad les presta asesoría y seguimiento pero no participa de las acciones legales. El vandalismo y el discurso que consideran “turismofóbico” preocupan a los hoteleros pero insisten en que los ataques provienen de “una minoría dentro de una minoría que quiere poner en peligro la actividad turística”, según explicó Casals al diario El País.Temor que espanta visitantesLa turismofobia de la que habla Europa sobre lo ocurrido en España, ha generado cientos de artículos periodísticos en varios países, especialmente en Gran Bretaña. En uno de ellos, hacen alusión a la confusión que generan estas protestas agresivas con los ataques terroristas que mantienen en alerta especialmente a las ciudades que ya han sido elegidas por grupos radicalizados.Episodios como los vividos en autobuses o bicicletas atacadas por los antiturismo también generaron posteos preocupantes contra la actividad en España en foros dedicados a la actividad de los viajes y el placer.Si bien hubo cámaras empresarias y sectores políticos que exigieron medidas para no espantar turistas, los gobiernos en sus distintos estamentos no han radicado denuncias ni existen procesos judiciales contra los atacantes.
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