Esta ley de la física no necesariamente tiene validez absoluta cuando hablamos de relaciones.Si bien es cierto que cuando conocemos a alguien eso opuesto a nosotros es lo que más nos llame la atención, nos provoque curiosidad y nos atraiga. Suele suceder que con el tiempo eso mismo sea lo que nos separe si no hay una verdadera aceptación.Cuando estas personalidades opuestas son complementarias pueden ayudarse mutuamente y superar las limitaciones individuales. Por ejemplo, una persona tímida e introvertida puede funcionar muy bien con otra extrovertida. O una persona “charlatana” puede ayudar a comunicarse a una mas callada. Estas parejas disparejas andan muy bien cuando por complementarse se ayudan mutuamente y no cuando provocan en el otro el encierro dentro de sus propias limitaciones.La relación de pareja no es estática, se modifica y construye día a día. Y junto a ella también van cambiando nuestras afinidades, nuestro modo de comunicación, nuestros deseos. Por eso para que la relación funcione armoniosamente debe haber plena conciencia y aceptación de estas diferencias. Dos personalidades opuestas pueden permanecer juntas siempre y cuando haya respeto y entendimiento por la individualidad del otro. Cuando se potencie sus cualidades y deseos de ser quien es. ColaboraRita FilichLic. En psicologí[email protected]
Discussion about this post