Y la magia sucedió, en el Atelier Monarcas, el silencio y la calma se apoderaron de los alumnos. Y es que este gran artista, Gabriel Villar, pintor hiperrealista de felinos y otros animales, domó a las fieras. Un ser maravilloso, y no exagero cuando lo describo así. En sus palabras y enseñanzas transmite paz. Se identifica a sí mismo como a un león, porque es lo que quiere ser y sentirse. Dueño de la selva, o de su reino, valiente, fuerte y noble. Nosotros que tuvimos la oportunidad de conocerlo podemos afirmar que este muchachito de 33 años, once de los cuales lleva enseñando, con un cuerpo de hombre, en su interior lleva la fuerza salvaje del león.La clase comenzó con su historia de vida. De cómo el arte lo sacó de un silencio profundo. Encerrado en sí mismo, totalmente introvertido, sus gritos eran a través de sus pinturas. Hasta que un día encontró su propia voz. Ahora con una meta, la de no callar más, y llegar con sus obras y con sus palabras a los jóvenes para inducirlos a encontrarse a sí mismos como lo ha hecho él.Su talento es innato, nació con él. Pero desarrolló su propia técnica, su forma de lograr los detalles más realistas que la realidad misma. Esa forma que cuando te parás en frente de sus obras no solo se ve natural sino que también la puedes sentir.Después de dos jornadas maravillosas, con resultados positivos, podemos afirmar que su clase fue magistral. Desde mi experiencia puedo decir, que estando durante años en un mismo taller, nunca aprendí tanto como en este último tiempo, donde me voy cruzando con los mejores profesores del país. De Gabriel Villar puedo decir que de un grupo en el cual la mayoría era principiante, logró nivelar a todos, arrancando desde la teoría del color.Desafío a todos los que estudian pintura, a que exijan a sus maestros que los colores que deben utilizar para pintar, los logren desde las mezclas, teniendo en cuenta la teoría del color. En la paleta solo deben tener el azul ultramar, amarillo de cadmio, rojo de cadmio y tierra sombra tostada, y con estos colores más el blanco de titanio, lograr absolutamente todos los tonos que puedan encontrar en una obra. Pero todos los tonos, que quede claro.Cuando manejen este tema con claridad, ya no habrá desafíos que no puedan alcanzar.ColaboraClaudia Olefnik. Artista plástica. Responsable del Taller Monarcas. En Facebook. 0376-4720701
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