El hecho estuvo rodeado de mucha polémica, debido a como fue concebida. Además por tratarse del primer caso, Brown tuvo que pasar por múltiples controles médicos para comprobar su buen estado de salud, pero sobre todo para demostrar que la fecundación in vitro es tan segura como la natural. A los bebés que son procreados a través de este método, se les llama "bebés probeta", puesto que el procedimiento se realiza mediante un instrumento de laboratorio en el cual se trata de lograr la unión de los gametos masculinos (espermatozoide) y femenino (óvulo) mediante procedimientos técnicos. Esa unión puede darse dentro del cuerpo de la mujer (inseminación artificial o fecundación intracorpórea) o fuera (fecundación extracorpórea). Después de llevar una vida completamente normal, Brown fue madre en 2006, a los 28 años.
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