Señora Directora: Muchas veces la sociedad no analiza o no tiene en cuenta el significado de las palabras y así, por ejemplo, “permitir” es dejar hacer algo (una persona o una institución que, por su autoridad, podrían impedirlo).El otro concepto dice:”No hacer nada para impedir que ocurra o se haga algo”.En cuanto a “dar lugar a…” puede provocar o ser causa de que algo suceda.En principio el tema comienza en el hogar, en la familia. Es cuando los padres o tutores “permiten” que sus hijos se manejen a su antojo y eso da lugar a que suceda cualquier situación negativa, incluso de gravedad extrema.Después se podrán analizar un sinnúmero de casos en los que “permitir” genera diversos problemas.Pero el presente tema se refiere expresamente al tránsito de la ciudad, en el que cotidianamente y a cualquier hora el ausentismo de la autoridad municipal dedicada al control vehicular, “permite” que sucedan todo tipo de infracciones y da lugar a situaciones de riesgo. A tal punto que muchas personas han perdido la vida, han sufrido heridas –algunas con resultado de discapacidad- o pérdidas económicas por los daños recibidos.Hace años se observa que la ciudad de Posadas viene creciendo rápidamente y, por ser la capital de la provincia, debería -al igual que otras ciudades importantes del país- tener un control permanente en todo el ejido urbano los siete días de la semana y en forma rotativa (porque ahora la tecnología permite también que se avisen entre conductores donde están los controles que son fijos).Acá se permite que circulen todo tipo de vehículos motorizados con luces de colores en las ópticas, circular con las luces apagadas (en la ciudad de Córdoba la multa va de los $2.000 hasta los $4.000), circular con el enganche del trailer puesto y fuera de los límites permitidos (que al estacionar dañan al vehiculo que está detrás), que circulen molestando con la música a todo volumen, que pasen semáforos en rojo, que las motos usen luz alta o de colores en la óptica o con escape libre haciendo contra-explosiones y maniobras peligrosas, que conduzcan mirando el celular -en especial algunos choferes del servicio urbano de pasajeros-, que se adelanten a los demás en contramano poniendo en riesgo su vida y la de terceros, que estacionen sobre la vereda (como en las avenidas Tomás Guido y Santa Cruz) o frente a la rampa para discapacitados, que estacionen en doble fila, que circulen sin una o ambas chapas patentes, que realicen “picadas” en avenidas a cualquier hora y en cualquier lugar, que realicen descargas de camiones de gran porte en “horas pico”, que a los vehículos que ingresan del país vecino sean tratados como turistas y muchos no tienen la verificación técnica vehicular (VTV), no se respetan las velocidades máximas en calles y avenidas, etc.Todas estas infracciones merecen una sanción, sin embargo la inacción “permite” que cada vez sea mayor el desafío de conducir en nuestra ciudad y los riesgos acompañen a los conductores en forma permanente.
Discussion about this post