Señora Directora: Marx decía que el capitalismo crea un mundo a su imagen y semejanza. ¿Qué podemos aprender de Marx? El funcionamiento del capital. La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producir capitalista se presenta como un enorme cúmulo de mercancías. Una mercancía es un objeto exterior que satisface necesidades humanas. El sistema de mercado disfraza las relaciones de mercado; “el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como si fuera un objeto ajeno, cuanto más gasta el trabajador más poderoso se vuelve el mundo de los objetos que crea y más pobre se vuelve el trabajador en su vida interior”. La alienación es inherente al proceso de fabricación de las mercancías ¿De dónde proviene el azúcar que ingerimos? Deberíamos investigarlo, para saber la relación que tenemos con el trabajador que corta la caña de azúcar, aunque el mercado prefiere esconderlo. Si la vida se vuelve mercancía, el ser humano también. El fetichismo de la mercancía oculta el papel que desempeña ésta en el cambio social. Se patentan semillas y se condenan a los pueblos que se endeudan y no pueden pagarlas quitándoles su tierra. El gran fetiche es el dinero y el sistema de créditos: para poder aumentar la producción es necesario financiarla. Eso significa que el sistema de crédito es esencial; se acumulan las deudas y los créditos; el mismo que construye las casas financia a los compradores que van a obtenerlas, cuando el capital ficticio no alcanza, se produce la crisis. ¿Por qué fallan los servicios financieros? La liberalización de los mercados, el libre movimiento de capitales, la demanda de crédito del sector privado crean fragilidad y vulnerabilidad en la economía. Si el crecimiento se basa en la deuda, fracasa. Los bancos ayudan al consumo, pero cuando el dinero compra autos, casas, cosas; y cree que llega a un equilibrio con expectativas altas, pero falsas. Las deudas se vuelven impagables por una devaluación u otras causas coyunturales; el estado se hace cargo y pasan a las financieras, que recuperan sus créditos con las hipotecas. La burbuja estalla porque las deudas son parte del capital ficticio, y el estado se vuelve contra sus ciudadanos más vulnerables, lo que termina siendo un proceso destructivo en vez de constructivo. Los mercados emergentes le interesan a las financieras porque las tasas son mayores por lo que las ganancias también. Pero los salarios se estancan cuando el capital crece en un ritmo mayor que el crecimiento económico y este proceso puede continuar indefinidamente. El término de destrucción creativa se utiliza para explicar que el capitalismo se reinventa, el problema es cuando la destrucción produce más pérdidas que beneficios. Lo paradójico es que el socialismo ha salvado al capitalismo como en el rescate del 2008 a los bancos.siendo un proceso destructivo en vez de constructivo. Los mercados emergentes le interesan a las financieras porque las tasas son mayores por lo que las ganancias también. Pero los salarios se estancan cuando el capital crece en un ritmo mayor que el crecimiento económico y este proceso puede continuar indefinidamente. El término de destrucción creativa se utiliza para explicar que el capitalismo se reinventa, el problema es cuando la destrucción produce más pérdidas que beneficios. Lo paradójico es que el socialismo ha salvado al capitalismo como en el rescate del 2008 a los bancos.
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