El próximo 27 de julio se cumplirán 27 años del rezo en la ermita ubicada sobre la calle Marconi 3.848, casi avenida Cabred. Según el guardián de la ermita, Lucio Demetrio Bordón, “en todos estos años he podido ver llegar a muchas personas, tanto de mañana como de tarde, y de todos los credos, reconociendo la importancia de la virgen María como madre de Jesús”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN.En el lugar se encuentra la imagen de la Virgen de Luján, a la que hace 27 años se reza en un sector del patio de la casa de Bordón, quien con su fe y buenas intenciones, supo donar una parcela de su terreno para que todos aquellos que quieran presentarse ante la virgen y rezar, lo puedan hacer. “Es mi deber como cristiano, no me lo planteo como algo que no sea mi obligación como cristiano”, aseguró.Si bien son dos las imágenes que se encuentran en el lugar de oración -la imagen de la Virgen de San Nicolás y la Virgen de Luján- la que mayor permanencia tiene en la casa de Bordón es la última de las nombradas. “Siempre fui a sus procesiones en Buenos Aires, de día y de noche. Ella es la patrona de Argentina y de Latinoamérica”, contó el guardián. Si bien la fe es algo muy difícil de explicar, más bien es algo que se siente, Bordón aseguró que “en esa ermita, personas que vinieron a visitarla, afirman que la vieron, que ella se manifiesta. Yo nunca la vi, pero sí la siento. La siento conmigo siempre”. Veintisiete años de rezo, de rodillas hincadas en el suelo, exponiendo dolores, necesidades, enfermedades y agradecimiento, de personas que no se identifican muchas veces con la misma religión, pero que creen o que eligen creer, en la fuerza de una imagen espiritual, tan luminosa como la de la Virgen María. Bálsamo para muchas almas desbordadas por la necesidad.
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