El peor de los finales tuvo anoche la <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/251462/buscan-intensamente-a-jorge-marino-kraemer.html">búsqueda del cambista y remisero Jorge Marino Kraemer (38)</a>. Dos días después de que su familia denunciara su desaparición, uno de sus hermanos lo encontró asesinado de al menos un balazo en el pecho en la casa en la que vivía, en el barrio 17 de Octubre de Itaembé Miní, hacia el sur de Posadas.El descubrimiento se produjo minutos después de las 20.30 de ayer en el inmueble emplazado sobre calle 158 casi 155, a seis cuadras de la comisaría seccional Novena, sobre la margen del arroyo Mártires. Del lugar, el o los autores escaparon con el Renault Fluence ?blanco último modelo de la víctima, que al cierre de esta edición era intensamente buscado por las autoridades.Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, por la rigidez que presentaba el cuerpo se presume que Kraemer llevaba sin vida al menos 24 horas al momento del hallazgo.No obstante, a los fines de obtener mayores precisiones sobre ese y otros aspectos, el magistrado César Yaya, titular del Juzgado de?Instrucción 2 de Posadas y presente en el lugar de los hechos, solicitó la realización de una autopsia.Sobre las hipótesis que se manejaban anoche, trascendió que efectivos de la Unidad Regional X y de la Dirección de Homicidios apuntaban a un violento hecho de robo, aunque no descartaban que el crimen pueda estar ligado a un ajuste de cuentas de tinte mafioso. Las próximas horas serán determinantes.Kraemer era cambista, aunque también se dedicaba a trasladar turistas hacia distintos atractivos de la provincia, labor vinculada a la remisería que su familia posee sobre avenida Urquiza de la capital provincial.Una recorrida de PRIMERA?EDICIÓN por el barrio permitió determinar que el hombre no tenía mayores relaciones con sus vecinos y era conocido por tener dos perros de la raza Pitbull que custodiaban su vivienda. Ni siquiera esos animales frenaron las intenciones de el o los homicidas.Anoche, al cierre de esta edición, una mujer que sería pareja de Kraemer brindaba su testimonio ante los detectives en la comisaría Novena. El objetivo de los investigadores era conocer en detalle los últimos movimientos de la víctima ya que tampoco se había podido establecer si, por ejemplo, además del auto los maleantes escaparon con alguna suma de dinero.Lo que se sabía hasta anoche era que el cuerpo apareció sobre un charco de sangre en la cocina del inmueble. La casa estaba cerrada con llave (el hermano divisó el cuerpo a través de un ventiluz), por lo que fue necesaria la presencia de un cerrajero para el ingreso de las autoridades.Peritos de la Dirección de Criminalística realizaron su labor en el lugar en busca de huellas que permitan establecer la identidad de los asesinos, que eran intensamente buscados.
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