Dentro de los distintos miedos que existen, encontramos la fobia social que debemos distinguir de la introversión. Todas las personas tenemos algún grado de timidez pero no es inhabilitante. Es decir, que podemos sentirnos un poco más reservados en alguna situación pero, a pesar de ellos, avanzamos.El introvertido muchas veces es malinterpretado y etiquetado como antipático cuando, en realidad, no lo es. Se trata de una persona que disfruta de su mundo interno y no tiene angustia. En cambio, quien tiene fobia social siente un miedo persistente a ser evaluado, criticado y humillado por los demás. Estos son algunos de los tipos más comunes de fobia social:-Hablar en público.-Tener una cita amorosa.-Comer delante de otras personas.-Tocar un instrumento.-Estudiar en grupo.-Dar un examen.-Ir a una fiesta.-Caminar por la calle.-Hablar por teléfono.Cuando una persona tiene alguna clase de inhibición, le cuesta expresarse y funcionar en grupo y comienza a observarse a sí misma para no equivocarse. Esta actitud la lleva a experimentar hipervigilancia, que es justamente lo que provoca que se cumpla el gran miedo que tiene a cometer un error.¿Cómo podemos ayudar a alguien con fobia social? En primer lugar, respetando el miedo que tiene. No deberíamos minimizarlo de ninguna manera.¿Cómo puede alguien superar la fobia social? Cuando uno se autoobserva, todo se magnifica, al igual que la respiración o los procesos corporales. Entonces debería comenzar por no mirarse tanto. También es bueno esforzarse por dejar atrás, poco a poco, el miedo al error. Cuando incorporamos el error a nuestra vida, somos capaces de reírnos de nosotros mismos y relajarnos.Es bueno tener presente que es imposible caerle bien a todo el mundo. Siempre vamos a encontrar personas que nos van a querer y otras que no. Así podremos seleccionar las miradas que nos interesan y descartar las que no son importantes para nosotros. Un ejercicio sencillo que recomiendan los terapeutas a alguien que teme hablar en público es concentrarse en el otro. Quien tiene un grado exacerbado de timidez, como ya mencionamos, desarrolla el hábito de autoobservarse. La persona debe sacar la mirada de sí misma y girar el radar hacia afuera proponiéndose conocer más al otro y poner el foco en él o en ella. Esto hace que la ansiedad interna disminuya y pueda fluir. La terapia cognitiva conductual también es aconsejable para las personas con este tipo de fobia porque en ella se trabaja de forma específica con un pronóstico altamente positivo.Todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades. Hagamos una lista de ambas cosas y concentrémonos en nuestros puntos fuertes, sin ignorar los débiles, sino aceptándolos y tomándolos con humor. Es decir, logrando un balance. Y recordemos que no tenemos que rendir examen ante los demás ni esperar que nos den un puntaje. ¡Nadie piensa tanto en nosotros como solemos creer! Nadie es perfecto, todos somos falibles y no hay nada mejor que ser libres de la gente. ColaboraBernardo StamateasLicenciado en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.
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