Establecer relaciones de amistad con otras mujeres nos ayuda a transitar la vida contrarrestando situaciones de estrés de todo tipo y también ayuda al crecimiento personal. Cuando hago esta afirmación en talleres sobre el Sistema Energético Femenino (SEF), al que asisten mujeres de distintas edades, por lo general me encuentro con miradas de asombro, ya sea porque ellas mismas pasaron por experiencias desagradables con personas de su mismo género o simplemente dan por cierto lo expresado por la mente patriarcal: “La mujer es la peor enemiga de la mujer”. Se nos acusa de ser competitivas y envidiosas, cuyo deporte preferido es la crítica a otras mujeres.En realidad son distintas maneras de estar presas de la trampa del patriarcado que nos aleja de la posibilidad de construir vínculos sólidos y sanadores con otras mujeres. La gran pregunta es si existe algún fundamento científico para esta cualidad curativa de la amistad entre mujeres o es solo una expresión de deseos. Se realizaron varios estudios científicos a partir de la necesidad de descubrir si la respuesta al estrés funciona de igual manera entre hombre y mujeres. Así la Universidad de California en Los Ángeles-USA, en el informe “Respuestas femeninas al estrés: cuidar y hacer amistades, no pelear o escapar”, surge que las mujeres reaccionamos ante una situación de estrés liberando químicos cerebrales llamados “oxitoxina” que motivan a reunirse con otras y a cuidar de los niños. La típica reacción “pelear o huir” se encuentra aminorada, en tanto que los hombres, por efecto de la testosterona, parecen aumentar este modo de responder a las tensiones.El famoso Estudio de Salud de Enfermeras, de la Escuela de Medicina de Harvard-USA reveló que cuanto más amistades tienen las mujeres más disminuye el riesgo de contraer enfermedades, reducen la presión arterial, afecciones cardiacas y los niveles de colesterol. En este mismo sentido el estudio denominado: “Mejores amigas: los placeres y peligros de las amistades entre niñas y mujeres” de la Dra.Ruthellen Josselson-USA, concluye afirmando que las mujeres somos una gran fuente de fortaleza unas para otras ya que nos nutrimos mutuamente.Como conclusión se puede afirmar que lo más sanador es darse un espacio, cada vez que se pueda, para tener charlas distendidas con las amigas. ColaboraHilda GonzálezExperta en cocina [email protected]
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