No obstante, tras la reacción de Sessions a las crtíticas de Trump, la Casa Blanca aseguró hoy que el mandatario republicano aun confía en él para desempeñar el cargo de fiscal general.Una de las voceras de la Casa Blanca, Sarah Sanders, afirmó en su conferencia de prensa diaria que "como el presidente dijo ayer, está decepcionado con la decisión del fiscal general de recusarse, pero está claro que confía en él porque, si no, no sería fiscal general", informó Reuters.No obstante, la puja dentro del gobierno quedó instalada. "Tengo el honor de servir como fiscal general. -aseguró hoy Sessions en otra conferencia de prensa- Es algo que va más allá de cualquier idea que hubiera tenido para mí mismo. Nos encanta este trabajo, amamos este departamento y pienso seguir ejerciéndolo siempre y cuando sea apropiado".Las declaraciones del fiscal general fueron una respuesta a un fuerte ataque que recibió de Trump anoche. El mandatario aseguró que no hubiera elegido a Sessions si hubiese sabido que se iba a recusar de investigar la causa sobre la presunta coordinación entre su equipo de campaña y el gobierno ruso para perjudicar a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton. "¿Por qué asumes un trabajo y después te niegas a hacerlo?", se quejó Trump en una entrevista con el diario The New York Times. El titular de Justicia decidió apartarse de la investigación en marzo, luego de que sus contactos con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, durante la campaña electoral, salieran a la luz. Sessions, quien durante ese período fue uno de los colaboradores más cercanos del magnate hoy presidente, había negado durante su audiencia de confirmación en el Senado haber tenido contactos con funcionarios rusos durante la campaña electoral del año pasado. Tras conocerse su reunión con el embajador del Kremlin, Sessions anunció que se retiraba de la investigación para evitar cualquier sospecha. Esa investigación oficial ahora está siendo liderada por un fiscal especial, el exdirector del FBI entre 2001 y 2013, Robert Mueller, designado por el propio Trump, en medio de las crecientes denuncias y presiones de sus detractores Sessions evitó hoy entrar en polémicas frente a la prensa y, tratando de bajar el tono al conflicto, aseguró que continuará "trabajando duro para servir a los intereses de la nación" y sacar adelante las políticas prioritarias de Trump."Confío plenamente en que seguiremos dirigiendo este departamento de manera efectiva", subrayó Sessions.La investigación sobre la llamada trama rusa tiene en jaque a Trump desde su llegada a la Casa Blanca. Esta supuesta trama incluye reuniones secretas entre la cúpula de la campaña presidencial del magnate y representantes del Kremlin y la sospecha de que el gobierno ruso hackeó las cuentas de email de la campaña de su entonces rival, Clinton, para perjudicarla y ayudar en las urnas al republicano. Además del corrimiento de Sessions de la investigación, Michael Flynn, el primer asesor de seguridad nacional que tuvo Trump, se vio obligado a renunciar luego de que medios revelaran que él también se había reunido con el embajador ruso y se lo había ocultado al vicepresidente Mike Pence. El escándalo creció aún más cuando el ahora ex director del FBI James Comey fue despedido por el presidente, presuntamente por no querer bajar el tono a esta investigación. Pero la trama rusa también alcanza al círculo personal más íntimo del republicano, ya que su hijo mayor, Donald Jr., así como su yerno y colaborador cercano, Jared Kushner, mantuvieron contactos con representantes o personas vinculadas al gobierno ruso durante la campaña electoral. En su entrevista con el New York Times, Trump se refirió a la posibilidad de que la investigación se extienda a las finanzas de la familia, lo que consideró una "violación" debido a que la investigación es "sobre Rusia".Además insistió con que él no está bajo investigación: "¿Por qué? Yo no hice nada malo", agregó.Trump intentó bajarle el tono a todas las nuevas revelaciones que casi cotidianamente aparecen en los medios de comunicación.Esta semana fue la polémica que generó una segunda reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante una cena en la cumbre del G20, en Alemania, que no había sido informado oficialmente por la Casa Blanca. Según Trump, esa conversación duró unos 15 minutos en los que se intercambiaron "comentarios amables" y hablaron sobre "adopciones" de niños, en referencia a la suspensión de un programa de Rusia en 2012, en represalia a unas sanciones económicas impuestas por entonces por la Casa Blanca. Trump contó, además, que en principio se acercó a Putin porque su esposa, Melania, estaba sentada junto al presidente ruso en esa cena.Fuente: Agencia de Noticias Télam
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