La ausencia de medidas concretas que permitan revertir las profundas asimetrías y la falta de reglamentación del artículo 10 de la Ley Pyme, que articula beneficios para ciudades de frontera, deja librado al azar el futuro de la actividad comercial, con el consecuente impacto negativo sobre el empleo mercantil.Ya lo aseguró <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/251143/joaquin-losada-ya-estamos-incendiados-no-podemos-esperar.html">el propio intendente capitalino, Joaquín Losada, en la entrevista exclusiva publicada ayer por PRIMERA EDICIÓN</a>: “Tenemos estudios para avanzar en el mediano y largo plazo, entendimos que la implementación de la Ley Pyme es una posibilidad real y concreta, que debe instrumentarse rápido porque la necesidad ya en aquel momento era urgente y hoy ya estamos incendiados”.La semana pasada desfilaron por Misiones importantes funcionarios nacionales y ninguno pudo exponer un plan concreto de asistencia gubernamental ante semejante crisis, donde día tras día vemos fugarse por el puente millones y millones de pesos que luego impactan en la recaudación estatal.En parte se entiende que ningún funcionario misionero quiera confrontar con sus pares nacionales, por lo cual se busca agotar el diálogo. Pero mientras eso ocurre, van cayendo las persianas de comercios y familias se quedan sin la forma de llevar el pan a la mesa.Resulta simplista el planteo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, al asegurar que el beneficio asimétrico a veces es para un lado y otras veces para el otro. Si bien la historia le da la razón, mientras se espera que vuelva para este lado del río, las consecuencias resultan graves. Y es allí donde debe estar el Estado poniendo el hombro hasta que se reviertan los daños. Ese momento es ahora, ya, no hay más tiempo para poder esperar respuestas.
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