Más de 1.000 hectáreas consumidas fue el resultado del avance del fuego sobre la Reserva Natural Campo San Juan, que se encuentra entre las localidades de Santa Ana y Candelaria, provocando principalmente la pérdida de pastizales sin mucho valor económico pero sí desde el punto de vista del medioambiente. La tarea de los brigadistas comenzó el último jueves y se extendería incluso durante la jornada de este domingo, cuando se estima terminen de sofocar los sitios más resistentes y acción que permitirá conocer con mayor precisión la cantidad de terreno afectado.El ingeniero Luis Chemes, director de Manejo del Fuego y Emergencias Ambientales de la Provincia, explicó ayer cerca del mediodía cuando supervisaba en el lugar los trabajos, que “lo que nos complica son los vientos de 40 a 50 kilómetros por hora que están en forma permanente en nuestra zona desde hace varios días. Se quemaron solamente pajonales muy altos. Hoy (por el sábado), por tercer día se combate desde muy temprano con la brigada del Plan Provincial de Manejo del Fuego, que depende del Ministerio de Ecología. Se está haciendo cortafuego y apagando los fuegos que se reinician en algunos puntos por acción del viento”.Barrera naturalEl funcionario apuntó que “cuando hagamos la recorrida tendremos más exactitud sobre el tema de los animales, que ante este tipo de situaciones lo habitual es que se desplacen una vez que detectan el fuego. El monte nativo cercano sirvió de barrera, porque tiene mayor humedad y eso también fue sostenido con agua por los brigadistas y bomberos”.Permanentemente más de 15 brigadistas trabajaron en el lugar donde la fuerza del viento complicaba la tarea. “El viento llega a moverlo a uno y proviene del lado del río (Paraná). La característica de lo que se consumió son pastos altos que, como es habitual en esta época del año, de la mitad para arriba está seco y para abajo húmeda. El índice de peligrosidad sigue siendo extremo en toda la provincia, por eso las quemas están completamente prohibidas en estos días”, recordó Chemes.“El humo no llega a la ruta, es de color negro porque es propio de cuando se quema un pajonal pero causa una gran impresión”, indicó Chemes .El funcionario anticipó que “luego que todo esto pase habrá que sentarse a hacer una evaluación integral y armar medidas, en conjunto con las autoridades de la Reserva, para ajustar el protocolo de prevención e intervención”.Daños al ecosistemaEl incendio que consumió más de 1.000 hectáreas de la Reserva Natural Campo San Juan “provocó daños muy importantes que afectan principalmente a las aves, distintas especies de animales y en general al ecosistema”, explicaron especialistas ambientales consultados por PRIMERA EDICIÓN.En la Reserva se realizaron diversos estudios que resultan vitales para entender el valor que tienen los pastizales arrasados por el fuego para la conservación del ecosistema. La misma está ubicada en el departamento de Candelaria, municipio de Santa Ana, entre las localidades de Santa Ana y Candelaria, limita al norte con el río Paraná; al oeste y este con los arroyos San Juan y Santa Ana, respectivamente; y al sur la ruta nacional 12. Abarca una superficie aproximada de 5.160 hectáreas, en las cuales se encuentran representados diversos ambientes como selvas, isletas de monte nativo, áreas inundables, pedregales, pastizales y pajonales.“La Reserva fue declarada Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA) por BirdLife International en 2007 y Área Valiosa de Pastizal (AVPs) por Bilenca y Miñarro en 2004. El incendio se llevó gran parte de los refugios naturales de numerosas especies de aves que costará bastante tiempo recuperar”, indicaron.
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