Hace seis años, el país despertaba en un día patrio con una noticia atroz: habían asesinado al poeta y músico argentino Facundo Cabral en Guatemala. El hecho conmovió a la gente de cada lugar del mundo donde este trovador llegó con sus canciones y con sus mensajes de paz.El popular viajero y narrador de historias, autor de “No soy de aquí, no soy de allá”, tema que se convirtió en un himno a la libertad, murió víctima de un atentado perpetrado por un grupo de sicarios, que estaba destinado al empresario de la noche nicaragüense Henry Fariñas, quien trasladaba al músico argentino al aeropuerto, esa fatídica mañana del 9 de julio de 2011."Narrador de historias"“Muchas veces me dicen, maestro, cantautor, poeta, trovador, juglar y qué sé yo cuántas cosas más. En cambio yo me defino como un narrador de historias, viajes, sueños, pesadillas”, aseguró en 2006 en una entrevista realizada por Télam.Rodolfo Enrique Cabral, de nombres artísticos Indio Gasparino -en sus inicios- y Facundo Cabral, nació en La Plata el 22 de mayo de 1937.Cantautor, escritor, poeta, músico y filósofo argentino, Cabral se caracterizó por sus composiciones de trova y sus monólogos con anécdotas personales, crítica social para promover el despertar de la conciencia y la reflexión espiritual. A lo largo de su carrera, Facundo editó decenas de discos, entre ellos: “Cabralgando”, “Pateando tachos”, “Entre Dios y el diablo”, “El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací”, “Recuerdos de oro”. También escribió libros, como: “Conversaciones con Facundo Cabral”, “Mi Abuela y yo”, “Salmos”, “Borges y yo” y el “Cuaderno de Facundo”.La anécdota de Perón y Evita Cuando Facundo Cabral tenía nueve años escapó de su hogar y estuvo cuatro meses desaparecido, con el fin de llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, ya que tenía la referencia de que el mandatario “le daba trabajo a los pobres”.Después de una larga travesía, transportado por diferentes personas, al llegar a la ciudad capital, Facundo, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa y conversó con ambos. En un reportaje en los años 90 confesó que Evita en ese momento dijo: “Por fin alguien que pide trabajo y no limosna”. Gracias a esa conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a Tandil.
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