Tan pequeñas que podrían pasar desapercibidas, y sin embargo tan grandes por lo que ofrecen: naturaleza, paisajes, cultura – una sociedad moderna que no olvida sus tradiciones. Están por ahí a veces olvidadas hasta por lo mapas: sin embargo, en realidad es muy fácil llegar con vuelos desde varios países o en ferrys.Sus poco más de 50.000 habitantes comparten el archipiélago de islas montañosas con centenares de especies de aves y plácidos rebaños de ovejas, verdadero paraíso natural.Motivo por el cual son ideales para los amantes de la observación de aves, de las excursiones en la naturaleza, de la pesca y de todas las actividades al aire libre en general. Es posible explorarlas, disfrutar de vistas espectaculares desde las cumbres de las montañas, respirar el aire más limpio del mundo y descubrir la cultura auténtica de los feroeses.En las Islas Feroe se ha identificado a más de 300 especies de aves; entre ellas, una centena son aves migratorias del Atlántico del Norte. En primavera y en otoño, a pesar de que sean las temporadas menos elegidas por los observadores de aves, se encuentran algunas de las especies más raras.Las ciudades y pueblos de las islas parecen de cuento: las casas tienen techos a dos aguas cubiertos de hierba para resguardarse del clima, el viento y la humedad. Así, varían su tonalidad según el momento del año, desde el marrón en otoño, blanco en invierno, verde intenso en primavera y verano. Pero además, los paisajes de costas escarpadas y acantilados erosionados junto a un clima raramente templado para la latitud, completan un micromundo equiparable a un mundo perdido.Tórshavn es la capital y tiene una amplia oferta de servicios y atracciones, desde hoteles 4 estrellas y tiendas de artículos de diseño local, hasta excelentes restaurantes que sirven comida a base de productos locales, sin olvidar la alegre escena musical y la rica oferta cultural. El casco antiguo de la ciudad, Reyni, es muy particular, con sus pintorescas casitas de madera de colores con los techos de hierba. Para quien se interese en el arte están el museo Listaskalin, con exposiciones permanentes de pinturas y arte feroés contemporáneo, y la Casa del Norte.En Sandur, además, hay un museo de arte que expone una de las colecciones privadas más importantes de las Islas Feroe, que recoge obras de artistas locales como Mykines, Ruth Smith e Ingálvur av Reyni.Muchas antiguas granjas en las Feroe, con sus techos de hierba y su estructura típicamente feroés, se han convertido en museos culturales, donde se puede descubrir cómo vivía antes la gente de las islas: algunas son, por ejemplo, el museo de Dúvugarður en el pintoresco pueblo de Saksun, el Roykstovan en Kirkjubour y, en Gøta, el antiguo pueblo de Blásastova , que es un entero pueblo-museo al aire libre.Es fácil llegar las islas con vuelos directos desde Dinamarca, Inglaterra, Islandia y Noruega. Además se puede tomar un ferry en Hirsthals, en el Norte de Jutlandia. El ferry “Norröna” tarda 38 horas en atravesar el océano desde Dinamarca a las islas. El mismo ferry también las conecta Islandia.¿Preparados? ¡A viajar!La más pequeña TórshavnLa capital de este archipiélago tiene la peculiaridad de ser la capital más pequeña del mundo, pero tiene una amplia oferta de servicios y atracciones.Safaris fotográficos Avistaje de aves Verdadero paraíso natural para los amantes de la observación de aves: hay miles de frailecillos, pájaros bobos y muchas más aves marinas que se dejan admirar de cerca.Turismo aventura No todo es calmaSon múltiples las actividades que se pueden realizar, desde clavados en las heladas aguas del océano, buceo en las profundidades, escalar los acantilados o para los que no quieren nada tan arriesgado es senderismo o trekking es lo ideal.Único en su tipo Sorvagsvatn Una de sus orillas está situada junto al mar, pero separado por 32 metros de altura de un acantilado. El lago, se encuentra en una de las Islas, sobre una plataforma rocosa elevada que al mismo tiempo hace de dique natural para el agua.Incomparable bellezaEste archipiélago conserva el sabor a mar y el misterio de un paraíso perdido. Se trata de un archipiélago formado por 18 islas que ofrecen una naturaleza única, historia excitante y una rica vida cultural. Cualquiera de ellas es perfecta para la práctica de senderismo disfrutando de panorámicas privilegiadas de sus montañas, bellos acantilados y cascadas que caen directamente al mar.
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