En el caso del Pami que se revela en la edición de hoy, cuesta calificar la posición de los responsables del organismo en Misiones (encabezados por Rolando Rubleski). En las últimas horas, un paciente de la mayor obra social argentina, no pudo recibir un trasplante en Misiones, porque no se firmó un acuerdo con el sanatorio IOT, el único donde se realizan en la provincia.Como es sabido, son miles los que esperan en todo el país que haya donantes de órganos para seguir viviendo. En Misiones, hay al menos 25 afiliados al Pami que esperan esa luz de esperanza. Y desde mayo, la obra social de los jubilados y pensionados nacionales no tiene definido un acuerdo con el sanatorio privado.Seguramente, porque la delegación de Misiones se maneja a control remoto desde Buenos Aires, donde digitan todo. En evidente decadencia de nuestro federalismo. Pero qué se le podrá explicar a ese afiliado al Pami que por la burocracia el tren pasó de largo y hoy no tiene el riñón que necesita para vivir. Y que tal vez sea la única oportunidad que haya tenido.“Entre mayo y junio hubo tres donantes y seis riñones disponibles, pero estos 25 pacientes de los que les hablo, no pudieron participar del proceso para recibir los órganos”, contó el coordinador del Cucaimis, Richard Malán quien reclamó una pronta resolución de la cuestión. “Entiendo las dimensiones del Pami, pero acá hay una cuestión crítica que debe ser resuelta de forma rápida. No puede ser que una cuestión burocrática y administrativa retrase la posibilidad de un trasplante, porque hay pacientes que tal vez pierdan la única posibilidad de conseguir un órgano compatible”, subrayó Malán. ¿Cómo harán los responsables de semejante vergüenza para explicarle a los más cercanos que en más de 30 días no pudieron resolver nada más y nada menos que el lugar para que los abuelos misioneros puedan ser trasplantados?
Discussion about this post