Señora Directora: Es fácil ser un economista liberal cuando tienes los medios de producción. Lula Da Silva dijo: “Yo no aprendí economía en una universidad, pero aprendí a gobernar a mi país como una madre dirige su casa. Una madre con 10 hijos nunca permitiría que uno de ellos tuviera más que otros porque si hay un pedazo de carne lo divide entre los 10, pero si uno de ellos es más débil, ella lo va a cuidar con más cariño. Es así como los gobernantes deben actuar en sus países”. El abogado y filósofo Axel Kaiser escribió un libro La tiranía de la Igualdad: “Los derechos sociales son un mito, un derecho social es un derecho a la plata de otro”. En una conferencia argumento: “Los derechos sociales tienen que pagarse, alguien tiene que pagarlo, cuando uno dice tengo derecho a la universidad gratis, está diciendo tengo derecho a que otro me financie los estudios, esa es la realidad económica. “En un mundo con recursos escasos y necesidades limitadas, debes tener la mayor cantidad de recursos disponibles para todo el mundo, y eso pasa cuando el estado interviene lo menos posible. Dice por Chile que si sigue así van a terminar como en Argentina (kirchnerista) donde todos tienen derecho a todo, y vas a la universidad y es un desastre como se despilfarra los recursos”.Pero es derecho y una vez que das esos derechos es prácticamente imposible sacarlos y se te abre una caja de Pandora que no termina nunca. ¿Por qué no derecho a la salud, a la vivienda, a la alimentación, transporte, y vestimenta? ¿Por qué alguna cosas son derecho y otras cosas, no? Vamos a ser consecuentes, todos vamos a ser felices porque no vamos a tener que trabajar, vamos a tener todo gratis. Ese es el problema de no comprender el vivir como un regalo que tenemos todos y que los recursos están para encontrar una vida digna para todos, no solo para los que pueden acapararlos a través del derecho y la cultura. La familia es como el estado, si los padres tuvieran que cobrar lo que han invertido en la educación de sus hijos; quizás, estos no puedan devolvérselo en vida, pero no lo cobran porque invierten para que sus hijos puedan valerse por sí mismos y saben y sienten que si a sus hijos le va bien, también le irá bien a ellos, porque no se puede estar bien si a otros le va mal, a no ser que seas un psicópata. Hoy escucho mucho la frase: “¡La gente no quiere trabajar!”, pero he hablado con muchas personas pobres y me dicen que quieren trabajar; no quieren trabajar en determinadas condiciones de explotación que muchas veces tuvieron que soportar para poder subsistir. La gente quiere trabajar, la gente quiere vivir, pero quiere trabajar y quiere vivir bien, y esto solo puede ser posible con un estado benefactor que proteja a los más desamparados hasta que puedan valerse por sí mismos, como hacen los padres con sus hijos.
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