La llamada casa azul, de Frida Kahlo, en pleno barrio Coyoacán en ciudad de México, representa la vida y obra de Frida, es una verdadera joya. El barrio mismo de Coyoacán es algo especial, exuberante de frondosa vegetación, casi selvática, nos recibe.Una recorrida por ella recuerda cada paso, la relación de Frida y Rivera. Ella lo conoció muy joven, Rivera la animó con la pintura y fue desde entonces invitado permanente a la casa azul.Esas lienzas revelan una desacostumbrada fuerza expresiva, una exposición precisa de los caracteres y autentica seriedad. Tenían una franqueza fundamental y una personalidad artística propia. Trasmitían una sensualidad vital enriquecida mediante una cruel, si bien sensible capacidad de observación. Más allá un autorretrato… “Aquí me pinté yo Frida Kahlo con la imagen del espejo. Tengo 37 años, en el mes de julio de mil novecientos cuarenta y siete”. En Coyoacán México.Al lado la cama con baldaquín que tiene espejo a lo largo, allí, acostada pintó numerosos autorretratos.Hay muchos de esos cuadros que tienen que ver con su vida, sus dolores y su amor por Pedro Rivera, diarios, cartas de Frida, en las que se dirige a Diego en forma cariñosa,, una que me llamó la atención decía:“Diego mi amor no te olvides que cuando acabes la pesca nos juntaremos ya para siempre, sin pleitos ni nada solamente para querernos mucho tu niña Frida”. (Escríbeme)Ella fue para él novia, niña, amante, esposa en ese andar de acuerdo y desacuerdo, se casaron 2 veces.Hoy la casa parece hablar solamente del amor que se profesaron marido y mujer.La cocina, por ejemplo tiene unas cazuelas mínimas de barro, dispuestas de tal manera que forman su nombres.También está presente el folclore y el intenso colorido mexicano.Su vida trágica pero intensa y, de a ratos feliz, hoy es admirada por la manera en que su fuerza interior le ayudó a hacer frente a la adversidad. HaikuMujer galopasábanas de hojaldreamor soñadoColabora: Aurora Bitó[email protected]
Discussion about this post