El episodio fue descubierto por la propietaria, de 28 años, alrededor de las 6 de ayer. Al abrir su comercio, sobre avenida Belgrano del barrio Ñacanguazú, constató que habían cortado un tejido perimetral para llevarse once garrafas de diez kilos cada una, todas cargadas, y una vacía.Ante la situación, efectivos de la comisaría local y de la UR-IX montaron una investigación en busca de los autores del hecho, ante la posibilidad de que las mismas sean comercializadas en las próximas horas.
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