Dentro de nuestro cuerpo existe un cableado infinito de neuronas y células que conectan unas con otras llevando información a todo nuestro cuerpo las 24 horas del día cada día de nuestras vidas. Esta información surge en un lugar ¿y dónde es ese lugar? En nuestros pensamientos. Cada pensamiento que tengo transmite información a todo mi cuerpo generando malestar o bienestar. La gratitud es uno de los pensamientos de mayor fuerza y positividad que podemos generar y transmitir a todo nuestro ser. Cuando estoy agradecida y me siento alegre por algún hecho en particular o con alguna persona, no hay lugar para sentimientos negativos porque estos han sido desplazados por sentimientos que conectan con la positividad. Nuestro cerebro está constantemente generando ideas y pensamientos, es un hábito, que puede ser anulado si aprendemos a meditar, pero llenar ese espacio con ideas felices nos evita estados de ansiedad, tristeza o depresión, porque donde hay felicidad no hay lugar para la tristeza automáticamente, es así.Tener un diario de gratitud es un hábito muy saludable y tan necesario quizás como tomar dos litros de agua diarios. Y además nos sirve de sostén para días difíciles. ¿Cómo crearlo? Fácil: consigues un cuaderno lindo y especial que actuará de diario de gratitud y en él escribirás diariamente al menos cinco cosas por las que te sientas agradecido, feliz o contento. El secreto está en no repetir y tratar de encontrar a diario cosas por las cuales sentirse agradecido. Cuanto más te cueste encontrar cosas que te hagan sentir gratitud, más empeño habrá que poner en buscarlos. Una pregunta que puede ayudarte es: ¿si esto no lo tuviera sentiría su falta? ¿Si no estuviera o existiera querría tenerlo? Yo además de mi vida y la vida de mi familia, agradezco los foquitos que iluminan mi casa y la energía que los mantiene encendidos, y la posibilidad que tengo de poder pagar este servicio, y el trabajo que me permite tener los medios para pagar tantas cosas que me hacen bien. Yo agradezco desde mi esmalte de uñas hasta el agua que consumo a diario, o una comida que estuvo especialmente exquisita y que es mi favorita. Agradezco por la atención del playero en la estación de servicio y por el abrazo de mamá que fue tan reparador. Y por tantas cosas más que a veces dejamos pasar desapercibidas. Además, no es que las personas felices sean agradecidas, son las personas agradecidas las que son felices.ColaboraNatalia de las NievesTerapeuta MotivacionalEn Facebook: RincónDe Luz y Bienestar154366593
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