El ser humano está hecho básicamente de lo espiritual. El alma es tan grande que no cabe en el cuerpo humano, se desborda. Eso hace que se cree un campo energético por fuera del campo físico. Pero no solamente sale la energía del alma sino también la del espíritu que mantiene la vida en ese cuerpo y además, la energía independiente de cada órgano, y de los chakras que están manteniendo la vida en la zona que les corresponde. Todas esas energías junto con las anímicas (porque los estados de ánimo también producen energías diversas que pueden ser positivas o negativas y que, al emitirlas, superan el campo físico), van formando un campo energético rodeando al cuerpo. Cuando más evolucionado es el Ser, más grande es ese campo energético llamado Aura. Estas energías llegan hasta el campo vital de una persona, porque hasta allí llega su vitalidad o vida. A medida que el campo electromagnético o campo vital de una persona va cambiando (evolucionando para mejor), la energía física presenta cambios sutiles, se hace más dulce, más dócil, más pacífica y sensible a los estímulos ambientales. Es muy importante que sepas que la energía psíquica se refleja también en el campo áurico, produciendo sentimientos agradables que son percibidos por quienes se acercan al radio de acción de esta persona.ColaboraMaría Ysabel [email protected]én en FB.0376-4275189
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