La creciente del río Uruguay comenzó a afectar a San Javier y a su zona de influencia ayer a primera hora de la mañana, cuando el nivel del agua superó la calzada de la ruta provincial 230 y dejó aisladas a unas veinte familias que residen en la zona del Paraje Mbororé.“Ahora estamos en alerta (en ese momento con 8,50 metros). Hasta 11 o 12 metros no deberíamos tener problemas pero por las dudas estamos preparados. Hay lugares en los que algunas familias han quedado aisladas, en la zona del Paraje Mbororé, por ejemplo, que va hacia el Cerro Monje. Allí la ruta provincial 230 está cortada a la altura del barrio Bartel”, indicó el intendente de San Javier, Enio Lemes en declaraciones a Radio República.Según detalló Lemes, “el grupo de Gendarmería destacado en el lugar, frente a puerto Lucena, se autoevacuó por la situación del río que sigue creciendo. Ellos tienen en donde reubicarse en un lugar más alto”.También el intendente remarcó que la Escuela 563 “Jacobo Lenuzza”, del Paraje las Correderas, “se autoevacuó y sacó el mobiliario el martes por la tarde. En la zona urbana no tenemos problemas más allá de la preocupación de los vecinos que se acercan hasta la municipalidad”.Ante los pronósticos que advertían la continuidad de las lluvias y el aumento del caudal del río Uruguay en su cuenca, desde el municipio “azucarero” convocaron el último martes a la Junta Municipal de Defensa Civil, que incluye a todas las fuerzas vivas, que están a disposición para actuar, en caso de ser necesario.“Los soldados del Ejército Argentino se pusieron a disposición del director y retiraron todo el mobiliario para que no se pierda nada. Esto fue en la tarde del martes. No hay nadie, no hay clases, se hizo a modo de prevención porque con 11 o 12 metros ingresaría el agua a la escuela. Además los docentes no pueden llegar porque la zona del Guerrero está cortada”, destacó Lemes y agregó que “la zona de Mbororé está sin luz y Emsa no puede llegar a hacer trabajos, salvo que sea en lancha. Son 20 familias que están sin luz”.En San Javier, la altura extrema en el puerto, durante la creciente de 2014 alcanzó a 15,90 metros y eso provocó inundaciones en los barrios ribereños. “Fueron relocalizados en ese momento entre 60 y 70 familias pero otros volvieron a instalarse en algunas de esas precarias viviendas”.AutoevacuadosEl director de la Escuela 563 “Jacobo Lenuzza”, Carlos Schol, relató a radio República que el agua del arroyo Tamanduá avanzó sobre la ruta que conduce hasta ese establecimiento educativo y en consecuencia numerosos alumnos quedaron sin posibilidad de asistir a clases ayer.“La ruta está cortada con un metro de agua aproximadamente sobre la calzada. Se hizo en forma preventiva la evacuación el martes por la tarde para que no se repita lo del año 2014. Entonces resolvimos llevar todo el mobiliario, freezer, heladeras, ya habíamos sacado las computadoras, fotocopiadoras, mesas y sillas, a un lugar a resguardo, cerca de la escuela”, indicó Schol. El directivo explicó que “estamos sin clases y eso ya le informamos a la supervisora. Desde mañana (hoy) retomaremos el dictado en un lugar del pueblo, en la feria y para ello estamos elaborando fichas especiales para que los chicos puedan venir. Los que están en el paraje Cerro Monje y en Correderas no pueden venir. Son unos 40 alumnos los que quedarán sin clases”.Schol dio un dato muy interesante y es que cuando el río Uruguay alcanza 6,50 metros “el arroyo Tamanduá se desborda. Ahora ya estamos en 8,50 metros y así quedan aislados porque no se puede pasar, salvo con canoa. Me pidieron algunas familias que le hagan cargas virtuales para no quedar incomunicados y mantener contactos. En 2014 fue una experiencia muy triste porque por enfermedad algunos vecinos pedían que les acerquemos remedios a través de Gendarmería y Prefectura. Habitualmente, durante todo el año estamos en contacto por cualquier inconveniente de salud de los chicos, que cuando llueve igual van a la escuela porque tenemos un colectivo, pero ahora con la crecida no podemos hacer nada”.
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