Hace un mes que 100 familias recibieron las casas del Iprodha en el barrio Sagrada Familia de San Vicente y desde el primer día los beneficiarios reclamaron por la falta de agua potable en sus viviendas. Desde el ente provincial no dieron declaraciones. Mientras desde la Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios Públicos de San Vicente que tomó el servicio, dijeron a los beneficiarios que firmaron el convenio para hacerse cargo del servicio un día antes de la entrega y están trabajando en ello. Las dos empresas constructoras tenían que haber llevado las cañerías para la red de agua potable desde el centro de la ciudad, pero no lo hicieron, en cambio perforaron un pozo de unos 80 metros que no da suficiente agua para las cien familias que viven en ese nuevo conglomerado habitacional. Los beneficiarios comenzaron a recorrer las oficinas para ver si pueden solucionar el problema del agua potable. Se reunieron con gente de la Municipalidad, con el Defensor del Pueblo y con directivos de la cooperativa, pero no encontraron la solución a su problema. Por ahora, un camión cisterna del cuerpo de Bomberos Voluntarios local acerca hasta tres veces por día agua que carga en el tanque de distribución del barrio para abastecer a los vecinos.Golpeando puertasRicardo Katchan, uno de los "beneficiarios", dijo que “nos reunimos con todos los funcionarios que teníamos que hacerlo en San Vicente, Ejecutivo municipal, Defensor del Pueblo y Cooperativa de Agua Potable, y mandamos notas al ente provincial Iprodha, pero no tuvimos una palabra de aliento o posible solución. Por ahora nos traen agua en un camión de los bomberos. Hasta tres veces por día viene el camión cisterna y recarga el tanque para distribuir a nuestras casas. Ya hay personas con problemas estomacales e intestinales y creemos que es por consumir esa agua”.Katchan explicó además que “lo único que nos dijeron es que tienen que hacer un nuevo pozo de agua para el barrio porque el que tenemos no tiene capacidad”.La obra costaría unos 5 millonesSegún pudo saber este Diario, las dos empresas que edificaron las casas tenían que construir la red de caños para llevar el agua potable hasta el barrio desde el centro de la ciudad. Como el costo de esa obra es superior a los cinco millones de pesos, entre materiales y mano de obra, prefirieron darle una solución con un pozo perforado.La red maestra de la Cooperativa de Agua Potable más cercana de donde tienen que llevar el agua potable a ese barrio está sobre la calle Atahualpa y Pasteur, a unos 3.500 metros del barrio Sagrada Familia. Ahora le tocaría a la cooperativa prestadora del servicio de obras sanitarias de San Vicente realizar la obra. Por el problema de la provisión de agua potable, se tardó tres años en entregar las viviendas. Tanto el Iprodha como la Municipalidad y la cooperativa encargada de la distribución del líquido vital objetaron a las empresas encargadas de la construcción la falta de finalización de esa obra. Asimismo, las empresas constructoras debían permanecer en el complejo 60 días para resolver algunos inconvenientes que podían surgir en las viviendas, sin embargo, antes de la semana las dos levantaron sus campamentos y dejaron la ciudad sin dar soluciones a otros problemas de construcción que encontraron los adjudicatarios.
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