El merendero “Los niños primero” funciona en el barrio Caacupé de Puerto Rico desde hace varios años. Está ubicado en la casa de Angélica Verbes quien, junto a su marido, es la impulsora de este proyecto que sumó a vecinos y jóvenes de la zona interesados en ayudar. Angélica se ilusiona con poder brindar más a los chicos que concurren allí, es por eso que necesita una sede propia para extender la ayuda para quienes más lo necesitan. “Yo provengo de una familia muy solidaria. Es algo que vi desde chica en mi casa, por eso con mi esposo empezamos el merendero. Además hacemos actividades para comprar útiles, juntamos ropa, calzados y vamos viendo lo que podemos conseguir para poder suplir las necesidades de los niños del barrio que son muchas”, contó Angélica, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.En la actualidad, unos 35 niños van todos los sábados a merendar y a participar de las actividades que se organizan, porque la misión no es solamente darles algo de comer, sino también enseñar. “Nuestro objetivo es enseñar a los niños la importancia de la solidaridad. La idea es ayudar, enseñar pero también soñar con que estos jóvenes puedan tener un mañana mejor”, indicó la mujer.Señaló que “nos gustaría poder dar clases de corte y confección y carpintería. Para ello recibimos una máquina de coser de un grupo de jóvenes que cuando eran chicos venían al merendero y ahora que están mejor nos ayudan. Además, nos gustaría tener un predio mejor y más grande, porque ahora estamos en mi casa y alguna gente piensa que yo saco beneficio con lo que hago, por eso me gustaría un lugar independiente donde podamos albergar a más chicos”, aseguró Angélica. La mujer indicó que el merendero no recibe ayuda por parte del Estado, solamente la solidaridad de los vecinos y de algunos comercios que colaboran. Cuando faltan algunas cosas, con el grupo hacen actividades como venta de bollos para juntar dinero y poder comprar lo que falta. Los jóvenes que se sumaron“A nosotros nos gusta ayudar, es lindo ver a los niños. Yo estoy estudiando en Prefectura pero los fines de semana cuando vengo siempre me gusta ayudar. Es bueno ver como está creciendo. Es algo que me hace sentir muy bien”, dijo Lucas Vieira, uno de los jóvenes que colabora con el merendero cada vez que vuelve a Puerto Rico. Juliana Espíndola también colabora y ayuda a Angélica. Señaló que “me gusta apoyar esta iniciativa, primero vine a ver cómo estaban trabajando y me gustó mucho por eso me sumé. Los chicos vienen, se juega con ellos, se les enseña cosas. Me emociona lo que se está haciendo acá; ojalá más jóvenes vengan a ayudarnos”.Para ayudarEl merendero se encuentra ubicado sobre la calle Pellegrini de Puerto Rico, en el barrio Caacupé. Siempre necesita todo tipo de ayuda, los interesados en colaborar pueden acercarse hasta el lugar y brindar su ayuda.
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