(Nota completa publicada por PRIMERA EDICIÓN el 21 de mayo de 2012)Dicen que la maldad es atinente sólo al ser humano y, por ende, que los límites de su crueldad son insospechados. Las crónicas policiales, justamente, desnudan día a día esa realidad que se transforma y adopta contorno de aforismo.Como el caso del joven de 22 años detenido el sábado, ya cerca de las 23, en el domicilio de la madre, situado en el paraje Santa Inés.Allí pretendió esconderse del largo brazo de la ley después de enterarse de que era buscado intensamente por la Policía, acusado de propinar una brutal golpiza a su hijastro de sólo cuatro años, al que mandó al hospital en estado crítico y con riesgo de vida.El informe médico policial fue tremendo. Confirmó que el niño tenía rastros de una brutal paliza en distintos sectores del cuerpo. Incluso, detalló que a simple vista podían verse los hematomas por las patadas que había sufrido a la altura del estómago.Con estas conclusiones, el juez de Instrucción 7 de Posadas, José Alberto López, ordenó la inmediata detención del sospechoso, que se materializó el sábado a la noche.Lo peor de todo es que, a partir del resultado de los exámenes médicos, se pudo comprobar secuelas de palizas anteriores, como cicatrices y heridas a medio sanar.Los investigadores consultados por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el acusado tenía una suerte de obsesión perversa con el niño, porque formaba parte del pasado sentimental de su mujer, que él no podía borrar. Por eso lo tenía noche y día junto a él, para desatar toda su furia contra un inocente.Un hecho atrozEl caso saltó a la luz el sábado, a través de un llamado del Hospital de Pediatría de Posadas. En el mismo se alertaba del ingreso de un nene de cuatro años en grave estado, producto probablemente de una feroz golpiza.Los uniformados establecieron, a partir de una entrevista con la madre del nene, que el hecho de violencia habría ocurrido en la vivienda que el matrimonio y su familia habitaban en el barrio Santa Clara II.El pequeño había nacido en el seno de una relación amorosa anterior de la madre.El sospechoso se enteró de que la Policía se entrevistó con su pareja y le habría dicho a ella que no lo denunciara, porque terminaría preso.En un primer momento la joven tomó esa actitud cómplice. Incluso, llegó a decir que el niño se cayó y lastimó al golpear contra el suelo.Pero luego, acuciada por el cúmulo de pruebas, que podrían incluso llevarla a la cárcel, decidió radicar la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional X.El hombre se escondió en la casa de la madre, en Santa Inés, pero de nada le sirvió.La complicidad que se transforma en crueldadLa Policía tomó conocimiento del luctuoso episodio a través de un llamado telefónico del Hospital de Pediatría de Posadas, que informó del ingreso de un niño de sólo cuatro años con lesiones gravísimas, producto probablemente de una golpiza descomunal que lo dejó en franca lucha entre la vida y la muerte.Tras el alerta telefónico, la Policía se trasladó hasta el centro de salud y se puso en contacto con la madre de la criatura. La mujer, de 21 años, en un principio intentó ocultar la verdadera historia, como protegiendo a su actual pareja, con la que tendría un bebé de meses. La coartada habría sido que el nene, hijo de una relación anterior, se había caído y lastimado. Sin embargo, las conclusiones del informe médico policial fueron contundentes y desecharon, de cuajo, que las lesiones fueran por esa causa.Con ese informe en las manos, el juez de Instrucción 7 de Posadas, José Alberto López, ordenó el arresto del padrastro del pequeño, que se materializó el sábado, después de las 22, en Santa Inés.La misma fuente indicó que se labra el correspondiente sumario policial por “lesiones graves”, al menos por el momento.Asimismo, la Justicia podría investigar el accionar o la conducta de la madre del menor en toda esta historia para establecer si tuvo, o no, algún grado de responsabilidad penal.
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