La gente con éxito nunca se rinde, porque alcanzar un sueño significa superar obstáculos y asumir riesgos, aceptar que no todo en la vida sale bien a la primera y lleva a pasar grandes penurias, y Jorge Merlini lo sabía, por eso nunca dejó de soñar. Siendo adolescente dejó su Dos de Mayo natal y partió rumbo a Buenos Aires. El no tener más alternativa que vivir en una plaza no lo detuvo y hoy triunfa con su pasión, el teatro, nada más y nada menos que en “la calle que nunca duerme”, Corrientes, donde transcurre la vida cultural y nocturna de la ciudad.Con 37 años, su unipersonal, “Un ciruja-no misionero”, en cartelera y mil experiencias vividas, Merlini compartió su historia con PRIMERA EDICIÓN.Recordó que con catorce años desde su pueblo, donde trabajaba con su papá desde muy pequeño, para probar suerte en Buenos Aires. Allí nada resultó fácil, “los primeros meses viví en plaza Miserere, la famosa plaza Once, hasta que conseguí trabajo y me pude acomodar un poco e ir a un hotel”. El tiempo pasó, “hace 23 años que estoy acá, actualmente estoy casado, tengo cinco hijos, una familia enorme” y estrechamente ligado a la actuación, “una pasión que tuve desde chico, pero era como algo inalcanzable, algo que siempre soñé pero a la vez pensaba que nunca se iba a dar”, confió el misionero.Es que cuando se pudo “acomodar” en la gran ciudad consiguió algunos trabajos como extra, que le permitieron estudiar actuación y se abrió la puerta para filmar largos y cortometrajes, además, “hice comerciales gráficos, de TV, en sitios web, trabajos para Cosmopolitan, para canal América, también una película para México; trabajé con Luisana Lopilato en una novela para Israel; con Monchi Balestra, Pancho Ibáñez, Federico Lupi, hice un videoclip con Valeria Linch”, mencionó.“Hasta que me despertó la pasión por el teatro y hace más o menos ocho años estoy volcado a él, ya hice más de treinta obras, muchas de ellas se estrenaron en calle Corrientes, en el teatro Liberarte, y actualmente estoy haciendo un unipersonal que se llama ‘Un ciruja-no misionero’, la historia de un ciruja que soñó con ser cirujano y no pudo, es ciruja y tiene una vida muy complicada que cuenta a modo de comedia, para reírse una hora sin parar. La satisfacción es doble, porque la escribí yo, la hago yo y la dirige mi esposa, así que estamos todos en familia”, apuntó el actor.E hizo hincapié en que su hijo de once años también está ligado a los escenarios, “con él hacemos obras de teatro, obras infantiles; los demás también se están enganchando de a poquito, entrando al rubro”.Más allá de los obstáculosObviamente nada fue fácil, “tenía catorce años y hoy hago la comparación con mi hijo de quince, a quien no dejo ir a cincuenta kilómetros lejos de mí. A esa edad me vine solo a más de mil kilómetros a probar suerte, me bajé en Retiro, tomé el primer colectivo que vi, hacía lo que hacían los demás, me bajé en la plaza donde terminaba el recorrido y ahí me instalé”, reflexionó.“Son un montón de emociones, valoro diferente la vida, pero hay que pasarlo, fueron momentos durísimos, nunca me olvido que llegué en invierno, en julio, me tapaba con cartones, imitaba lo que hacían los que vivían en la plaza y vine porque a esa corta edad había sufrido mucho, tuve una infancia difícil, vivía en un pueblo chico, donde no había trabajo, no había nada, era trabajar de día para comer de noche, veía el esfuerzo de mis viejos y nunca el resultado”, aclaró.“Pasaron muchas cosas hasta que me acomodé, a los 17 años recién volví de vacaciones a Misiones para ver a mis viejos y conocí a mi esposa, en Posadas, nos vinimos juntos a Buenos Aires y arrancó nuestra vida, juntos también pasamos por varias cosas difíciles, como mis enfermedades”, admitió.“Me detectaron leucemia en 2005, con veintipico de años me dijeron que las probabilidades de vida eran muy pocas, el trasplante de médula tenía que hacerse cuanto antes, hicimos estudios con mis hermanos, tengo seis, a ver quién era compatible, ninguno resultó, seguí un tratamiento estricto, estuve internado mucho tiempo. Aunque los síntomas de la enfermedad nunca los sentí, pasé por estudios muy dolorosos, como punciones de médula, y pos recuperatorios bastante traumáticos, la luché y ya van doce años; recién hace pocos días los estudios determinaron que la enfermedad desapareció, así que eso me pone muy contento”, memoró Merlini.Pero esto no fue todo, “en 2009 me detectaron tuberculosis, también la pasé muy mal, estuve internado dos semanas, cuarenta días encerrado en mi casa, pero la superé, siempre con voluntad; otro traspié fue en 2011, jugando al fútbol me fracturé la pierna, una fractura bastante grave, me pusieron platinos, tornillos, gracias a Dios no tengo secuelas”, sostuvo.Regalos de la vidaComo todos, Jorge Merlini la pelea día a día, quizá es por eso que la vida le acerca momentos cargados de emociones, como cuando hace un tiempo tuvo la oportunidad de subir su unipersonal a un escenario de Dos de Mayo.“Presentarse en el pueblo fue un momento soñado, la verdad que es difícil de describir porque fue una emoción terrible, una ansiedad inmensa tenía que hacerlo, era como algo pendiente que tenía en la vida; fue un sueño cumplido, volver al lugar donde nací, me crié y hacer lo que hice delante de 500, 600 personas fue terrible”, dijo con una gran carga de sensaciones en la voz.Y, si bien adelantó que aún no tiene propuestas para presentarse en la tierra colorada, siempre que surjan oportunidades estará presente. Por el momento pone sus energías en el unipersonal, que subirá a escena el 1 y 8 de julio, en el Teatro Liberarte de la calle Corrientes, y trabaja en un infantil para las vacaciones de julio. Además, “doy clases de teatro, tengo un elenco juvenil a mi cargo, también estoy en la parte de Cultura de Tres de Febrero, en Caseros, como colaborador municipal, con obras de teatro, gracias a Dios trabajo bastante, pero cualquier oferta laborar que tenga en Misiones será un gusto”, enfatizó.Un sueño, una realidad“Estar en calle Corrientes es lo máximo, creo que después de ahí no hay otra cosa, Hollywood, pero está muy lejos, expectativas hay bastantes, desde mi punto de vista y desde la gente del teatro que me contrató también, creo que va a ser un éxito. Voy a hacer dos funciones porque era la única fecha que tenía libre, después arrancamos con el infantil y posteriormente tengo una propuesta para hacer una presentación en Mendoza”, dijo.Sin dejar de anticipar que actualmente tiene en carpeta dos propuestas infantiles, en una trabajo como actor, junto a un importante elenco, del que es parte su hijo tambi&
eacute;n; y en la otra soy director”, pero siempre al lado de su pasión, “el teatro”, finalizó Merlini.
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