Los humanos descubrimos que ser inteligentes es una ventaja, llamando así a los sobresalientes, ¿pero en qué, en tener dinero, en ser famoso, en ser feliz, en triunfar? Medimos la inteligencia, usando pruebas que llamamos “Coeficiente Intelectual (CI)” mediante la evaluación de aspectos matemáticos, de lógica y lingüísticos dándonos un puntaje, creyendo que los de puntaje alto triunfarán y serán exitosos.¡Pero! hoy sabemos que estas mediciones son erróneas, donde un puntaje elevado no significa triunfar y ser feliz; hay personas brillantes con pasiones desenfrenadas e impulsos descontrolados que viven un calvario.El test de CI que evalúa matemáticas y lingüística, mide el aprendizaje, la memoria, la reflexión innovadora, el planeamiento, historia, geografía y resolución de cálculos mentales. La capacidad para razonar y resolver problemas también es evaluada por el CI, como por ejemplo si un agricultor tiene un pollo, un zorro y un saco de grano, debe pasar a los tres por el río en su bote de a uno, pero entendiendo que si los deja solos el zorro se comerá al pollo y el pollo se comerá los granos. ¿Cómo hace para llevarlos al otro lado del río? También el CI evalúa los conocimientos generales y habilidades acumuladas, el vocabulario, la capacidad lingüística y comunicacional, la ortografía y comprensión de palabras, pidiendo sinónimos de palabras, o leyendo un párrafo complejo y contestar preguntas sobre él.Con el CI evaluamos la memoria mediante la visualización de imágenes, patrones y formas, y medimos la capacidad musical para escuchar, cantar, distinguir sonidos o tocar un instrumento de oído.Por último también el CI evalúa nuestra velocidad y eficiencia para realizar tareas bajo presión, poniéndonos a contestar preguntas fijando un límite de tiempo.Si tenemos las mejores notas en la secundario poseeremos un índice indirecto de lograr un CI alto, aunque no significa ser exitoso, ni tener prosperidad, ni tener prestigio, ni ser feliz en la vida; pues tener buenas calificaciones no indica nada acerca de la forma de reaccionar ante las vicisitudes y trastornos que produce la vida, tampoco incluye sobre la destreza para resolver conflictos y saber qué es lo que hay que hacer en los momentos claves de la vida.Un adolescente puede no llevar el ritmo musical, por lo que no llegará a ser un destacado músico, pero sí podrá desarrollarse quizás como “Disc Jockey” o deleitarse con la música con sus amigos, siendo feliz.El CI “no” evalúa algunas características de la llamada “Inteligencia Espacial”, como orientarse en un lugar, reconocer caras, escenas o apreciar pequeños detalles, o visualizar objetos desde ángulos diferentes.El CI “no” evalúa la coordinación de nuestros movimientos corporales, siendo su desarrollo universal y definido, esta “Inteligencia Corporal o Kinésica” nombrada también como la anterior por el investigador Gardner se valora en el manejo de una herramienta, en la danza, en los deportes, en las artes plásticas al realizar una escultura o en trabajos manuales como los de cirujano, el dentista o el mecánico dental.Tampoco el CI incluye la “Inteligencia Interpersonal”, siendo la que nos permite sentir y entender los estados de ánimo “del otro” o empatía, sus contrastes, el humor, las motivaciones e intenciones, también podemos leer los deseos de los demás aunque estén ocultos, pudiendo conocer y trabajar con ellos. Esta capacidad está muy desarrollada en los líderes. Tampoco la CI incluye la llamada “Inteligencia Naturalista” que nace de la interacción con la naturaleza (flora y fauna) y el medio ambiente (clima), tampoco evalúa una posible nueva “Inteligencia Existencial” ligada a la búsqueda de un sentido a la vida y al desarrollo de la espiritualidad. El CI “no” evalúa lo que Gardner denomina “Inteligencia Intrapersonal”, la que nos permite conocernos mediante la reflexión y meditación, accediendo a nuestras emociones y sentimientos, detectarlas y discriminarlas, ponerles nombre, recurrir a ellas para interpretar y orientar nuestra conducta, como por ejemplo saber que tenemos ira extrema y que debemos aprender a manejarla.También nos permite entender lo que pensamos y creemos, elaborando los valores que guiarán nuestra vida, conocernos interiormente es el tipo de inteligencia más privada e individual, quien la desarrolla tiene imágenes eficaces de sí mismo, pues quien entiende cómo somos cada uno podrá entender lo que siente y trabajar consigo mismo.Conocerse uno mismo es un notable descubrimiento, porque representa obtener toda la información sobre sí mismo y lo que somos, saber cuáles son mis metas, mis habilidades, defectos y desventajas, para poder luego controlar nuestro pensamiento.Nuestra vida emocional con el conocimiento propio y del “otro” es muy importante en nuestro destino personal, con ellos determinamos lo bien o mal que vamos a poder utilizar nuestros talentos, incluida nuestra inteligencia.Existen muchos y variados caminos para triunfar en la vida, que hoy en día se basan en la calidad y cantidad de conocimiento que se posee junto a las habilidades técnicas, pero aún así los “sabiondos” lograrán mejores resultados si logran manejar bien sus emociones y comprender a los demás, podrán estar más satisfechos, ser eficaces en su vida y podrán dominar mejor sus hábitos mentales.Las personas con desórdenes emocionales tendrán batallas interiores que destruirán sus progresos y habilidades, no podrán concentrarse en su trabajo y no pensarán con claridad. Las mediciones hechas a través de un Coeficiente Intelectual no nos van dar datos sobre los posibles destinos de las personas, son muchos los estudios donde las personas con puntuaciones altas de CI no alcanzaron mayores éxitos en salarios, productividad y nivel profesional, ni tampoco mayor felicidad con el logro de amistades, en la familia y en las relaciones amorosas.Se sabe que ciertas habilidades que se adquieren en la infancia como ser capaz de enfrentarse a las decepciones, controlar las emociones, saber esperar por un premio y llevarse bien con las personas, son las que marcan la mayor diferencia.Lo importante para cada uno es conocer sus limitaciones y potencialidades, para trabajar en forma real sobre ellas, del fiel autoconocimiento de todas nuestras capacidades saldrá el camino más adecuado para seguir.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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