El domingo pasado refería a la necesidad de procurar más y mejores espacios de diálogo social para avanzar hacia una democracia fortalecida que nos permita una mejor convivencia.Uno de estos espacios lo constituyen los procesos participativos que convocan a personas y grupos con diferentes perspectivas e intereses sobre determinada cuestión o conflicto público para trabajar juntos a través del diálogo con la ayuda de un tercero -el mediador o facilitador- en la elaboración de un abordaje consensuado.Esta forma de abordaje social, no sólo permite construir relaciones disminuyendo la polarización sino que optimiza la utilización del recurso público.Además de permitir explorar las diferentes visiones, propicia la reflexión desde la cual podremos "comprender", paso esencial para generar nuevos significados compartidos. Trabajar en un terreno común, asumiendo que muchas personas tienen parte de las respuestas nos ayudará a integrarlas en pos de soluciones más ricas.La práctica de este tipo de procesos nos muestra que el conocimiento por parte de los ciudadanos de "cómo" y "por qué" se toman las decisiones, los acerca a sus representantes. Esto genera un sentido de comunidad que se acentúa si los ciudadanos se sienten y son responsables de su destino.Ya sea en el ámbito educativo con el "Compromiso por la Educación" y el gran compromiso del Ministerio Local, ya sea a nivel Municipal con el "Presupuesto Participativo" y los múltiples procesos que se llevan a cabo con las conflictivas barriales, traer a las personas a resolver sus problemas o inquietudes comunes profundiza la idea que esos problemas son de todos, solidarizándose en su gestión. Cuando los ciudadanos comienzan a entender las necesidades diversas existentes en la comunidad y construyen redes y relaciones, disminuye la polarización porque los intereses diferentes muestran que no hay posibilidad de avanzar en decisiones comunes si no se construye algún grado de consenso, al menos, en cuáles son las necesidades prioritarias de esa comunidad en su conjunto.Para que los cambios sociales puedan ser transitados pacíficamente es necesario promover el desarrollo de prácticas democráticas transparentes y participativas que ayuden a transformar los procesos de toma de decisión política. Desde el convencimiento que el diálogo permite una mejor convivencia podremos disponernos a traspasar la validez de las propias visiones para lograr una común, no para ganar. Expandir nuestros puntos de vista posibilitará el cambio.Como sociedad necesitamos unir esfuerzos para hacer frente a los enormes desafíos que la transformación social propone.Hoy, domingo 21, en el día Mundial de la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo, destaco los procesos participativos por su valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz. Dialoguemos.ColaboraValeria [email protected]
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