Eduardo Sebastián Bañay es Farmacéutico, docente, investigador y auditor farmacológico. Un profesional que combina a la perfección su profesión con su pasión por la Cultura del Fitness.En una charla con SextoSentido, el destacado profesional contó que “de muy pequeño lo que más me gustaba era el estudio del cuerpo humano y la arquitectura”. Pero al final se decidió por la carrera de Farmacia, “ya que era lo que había acá en la provincia en aquella época, y era la que más englobaba los aspectos relacionados al cuerpo y el bienestar de un individuo y de qué manera se podía mejorar el bienestar de una persona, algo que siempre le gustó”, comentó. “Transcurría el año 1986, era apenas un adolescente, cuando descubrí el mundo de la Cultura Física, casi sin querer, no fue por voluntad propia, sino porque en la adolescencia estaba con mucho sobrepeso y la actividad física era lo último que me preocupaba, así que la que tomó la rienda en la cuestión fue mi madre, que de un día para el otro me inscribió en un gimnasio, que tuve la suerte de que era manejado por un kinesiólogo, que venía desde Buenos Aires, que traía la cuestión de la Cultura Física muy avanzada para Posadas en ese momento. Nunca en mi vida pensé hacer una actividad física y menos hacer trabajos con sobrecarga, era una cuestión muy ‘underground’ en esa época, donde para mí, el mundo pasaba exclusivamente por el estudio de la ciencia. Pero cuando comencé a practicar la cultura física y ver cambios en mi cuerpo, fue un amor a primera vista”, confió el profesional. Ya en el año 1987, cuando había terminado la Escuela Industrial, tenía que definir mi carrera universitaria, por lo que elegí estudiar en La Plata, más allá de ir a estudiar mi carrera de base, quería conocer los secretos de la Cultura Física, investigar en profundidad y además conocer a los referentes de la misma y aprender lo máximo posible de algo que acá tenía sus limitaciones. Conocí a grandes atletas, algunos son personas mayores, pero tienen para uno un valor incalculable de conocimiento”, aseguró Bañay.“La Cultura Física nunca se termina de aprender, más allá de la práctica, del sentimiento y del amor por el cuerpo, hay una retroalimentación entre esos aspectos. Hay que entrar en un estado muy parecido al yoga, es decir, hay que tener sentimientos, y con sentimientos se pueden lograr los objetivos de este deporte/ciencia, porque hay un alto porcentaje de práctica deportiva en sí, y un alto porcentaje de ciencia, en conocimiento y educación del cuerpo”, apuntó.Es un proceso de autoaprendizaje continuo el ir aprendiendo el funcionamiento de nuestro cuerpo, para poder observar pequeños grandes detalles, que son los que marcan la diferencia en el tiempo”, sumó. En esto, la cultura física se asemeja mucho a la arquitectura, en el concepto de que esta última es el arte y la técnica de proyectar, diseñar, construir y modificar el hábitat humano, mientras que la Cultura Física es exactamente lo mismo pero aplicado a nuestro cuerpo, es por eso que siempre considero que la Cultura Física es como la Arquitectura, una de las “bellas artes”.“Son más de 30 años de un amor que perdura. A mi pareja, Rosario Flor, la conocí en el ámbito de la cultura física, y de todas las personas que en este tiempo preparé, para competiciones con distintos objetivos, la que más satisfacción me ha dado fue ella, porque es la que ha obtenido más logros en lo personal, en lo competitivo e inclusive en expandir la Cultura Física, hasta el punto de crear una nueva disciplina, el Fitness Cultural donde se hace hincapié en la verdadera cultura física y no en lo que hoy mal se llama fisicoculturismo”, subrayó. Logros y pasos firmes“El Fitness Cultural es una actividad deportiva que deriva de la cultura física, en su acepción terminológica con la ampliación de que más allá de mejorar el físico, las capacidades y las cualidades del mismo, también se logra mejorar la formación moral y cultural del individuo, en otras palabras, lograr el precepto de mente sana, en cuerpo sano, es decir lograr un individuo con un desarrollo completo tanto en lo físico como en lo Psíquico.“Un buen físico se logra con trabajo y buen entrenamiento y eso perdura para toda la vida. Se busca conseguir un cuerpo armónico, a través de la expresión de la “Belleza Plástica”, que da el desarrollo de los músculos siempre dentro de las proporciones adecuadas a la estructura del individuo. Es para todas las personas, independientemente del sexo o la edad, eso es lo más interesante que tiene la cultura física. Hay practicantes de más de 80 años que lo han adaptado, a través de su vida”, detalló. “El Fitness Cultural es un estilo de vida, donde implica muchas cuestiones, no es solamente un estado físico óptimo, sino también un estado mental óptimo, por eso habitualmente lo definimos como un estado general de salud. Es cultura física aplicada al hombre y a la mujer, que busca el desarrollo armónico de su cuerpo como así también el desarrollo cultural, es fundamental la unión de esas dos partes”, opinó. “Se tienen buenas expectativas para Misiones, donde se han logrado desde la creación de la Asociación de Cultura Física Atlética de Misiones, muchos objetivos impensados para estas disciplinas, como ser la inscripción como entidad deportiva por parte del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación como así también lograr la Inscripción en el Cenard, reconocimientos estos que nos estimulan a seguir trabajando con mucha pasión y compromiso” finalizó.
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