Todos alguna vez nos sentimos invadidos por los celos. Estos nos irrumpen sin dejarnos pensar claramente y provocándonos tristeza, enojo y temor.Por definición los celos son una emoción que aparece ante la amenaza de perder una relación que para nosotros es valiosa. En este sentido son normales y aunque muchas veces se consideran como una forma de “medir” el amor en la relación, tiene más que ver con la inseguridad que tiene la persona celosa tanto sobre ella misma como en la pareja. Los celos comienzan a ser un verdadero problema en la pareja cuando aumentan su intensidad, se vuelven constantes y activan conductas extremas con el fin de calmar su inseguridad y/o tratando de confirmar su sospecha. Buscan controlar cada movimiento de su pareja poniéndose en modo hipervigilante. Revisan teléfonos, redes sociales y objetos personales buscando una prueba, inclusive la siguen o mandan a hacerlo. Prohíben a su pareja cualquier actividad que signifique una mínima posibilidad de encuentro con la supuesta “amenaza”. Imaginan situaciones irracionales e inexistentes.Cabe aclarar que en ésta situación extrema ningún miembro de la pareja la pasa bien. El celoso siente un temor constante, irá, tristeza, se siente humillado y por supuesto no puede controlar esto que siente. En la persona celada la presión es extrema. Todo lo que haga o diga puede intensificar los sentimientos de temor en el otro. Nada de lo que haga, así cumpla con sus exigencias, lo calma. Esto lleva a un desgaste en a relación que a lleva a su fin o al contrario a mantenerse bajo pautas totalmente tóxicas.Ante la aparición de los celos, en cualquier grado, es bueno recordar que la pareja se basa en la mutua elección de sus miembros. Una elección libre en la que pudiendo estar con cualquier otra persona encontramos en ésta lo que necesitamos y nos hace feliz. El amor es sobre todas las cosas un sentimiento al que no podemos ponerle un objeto arbitrariamente.ColaboraRita FilichLic. En psicologí[email protected]
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