Afirman que quedan apenas 65 yaguaretés en toda Misiones

Aislados y con poco espacio. Así viven los pocos yaguaretés que resisten en la selva misionera ante el deterioro de su hábitat por el avance de las actividades agropecuarias y las plantaciones agroindustriales. De acuerdo a las estimaciones de relevamientos de científicos realizados en la zona, apenas quedan 65 ejemplares en toda la provincia y en las áreas vecinas de Brasil.Para poder garantizar su supervivencia, un grupo de investigadores del Instituto de Biología Subtropical (IBS, Conicet – Unam) analizó cuáles son las mejores zonas para conectar las áreas donde aún quedan yaguaretés y elaboró un plan para conservarlas. Estas acciones, explicadas en un trabajo publicado recientemente en la revista Animal Conservation, permitirían no solo recuperar y mantener el entorno natural para esta especie, sino también para otros animales nativos.La investigación que se llevó adelante en Misiones -en la que trabajaron en conjunto científicos de Argentina, Italia y España-, se centró en cinco áreas del territorio provincial ubicadas dentro del Corredor Verde, una región de casi un millón de hectáreas que forma parte del Bosque Atlántico y que se extiende por parte de Argentina, Brasil y Paraguay.“Evaluamos las áreas que aún conservan bosque nativo y pueden servir de corredores, las dividimos en parches de distinto tamaño de acuerdo a los lotes o propiedades en las que se encuentran. Fuimos analizando la situación de cada área a través de distintas variables: si están o no en una zona protegida, si están atravesadas por rutas, cuál es el estado de conservación del hábitat y cómo es la conectividad con otras zonas”, explicó una de las autoras del proyecto, la becaria doctoral del Conicet en el IBS, Julia Martínez Pardo.LaborEl relevamiento de datos incluyó imágenes satelitales y registros de GPS de animales que están bajo seguimiento. Con un método informático basado en el enfoque de la teoría de grafos -una técnica matemática que permite explicar cómo funcionan las conexiones-, se realizaron mediciones que determinaron el valor de cada área, aplicando una serie de índices que combinan las distintas variables analizadas y ayudan a establecer cuáles son los parches más importantes dentro de cada zona. “Es un método muy completo que da información no solo del ranking de importancia de los parches sino también del por qué son importantes. Eso también ayuda a direccionar las medidas de manejo y permite adaptar el análisis a distintas escalas”, detalla la bióloga, que nació y se formó en España, realizó una Maestría en la Universidad Nacional de Córdoba y se radicó en Misiones hace cuatro años para estudiar de cerca al yaguareté en su tesis de doctorado.Con los datos analizados se elaboraron propuestas para proteger las áreas y potenciar la conectividad entre ellas, lo que permitiría que los yaguaretés puedan moverse entre los grandes remanentes de selva que aún subsisten en la región. “La aplicación de estos métodos analíticos es fundamental no solo para resolver los problemas concretos de conservación como los abordados en este trabajo, sino también para utilizarlo como ejemplo para aplicarlo en otros países y ambientes con problemáticas similares”, comentó Santiago Saura del Joint Research Centre de la Comisión Europea en Italia, coautor del trabajo y uno de los principales especialistas de estos análisis de conectividad.Para la recolección y el procesamiento de datos, los científicos contaron con la colaboración y el apoyo del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (Ceiba) y la Fundación Vida Silvestre Argentina. RazonesLas situaciones que ponen en riesgo a los yaguaretés en Misiones son múltiples y van desde los desplazamientos por la transformación de grandes superficies destinadas a la ganadería, hasta la muerte de individuos por cacería y atropellamientos. “Hay parches que son muy importantes y están atravesados por rutas y existe un riesgo latente de que los yaguaretés mueran atropellados. Para evitarlo, es necesario identificar estas zonas con carteles y colocar reductores de velocidad, a fin de que los conductores circulen con precaución, sumado a una infraestructura vial adecuada para áreas de protección de la fauna”, ejemplifica Martínez Pardo. Además, señala que la mayoría de las zonas que fueron determinadas como más relevantes están por fuera de áreas protegidas, por lo que la necesidad de adoptar medidas de protección es urgente.Para los investigadores, la información obtenida a través de estos relevamientos será de gran utilidad para la implementación de medidas de protección por parte del Estado provincial y nacional. 

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