(Nota completa del 16 de mayo de 2012)En una de sus visitas a Posadas, donde dicta el curso bianual de Medicina Legal y Bióetica organizado por el Colegio de Médicos de Misiones, el médico legista, docente de la Universidad Nacional de La Plata, perito médico forense y asesor pericial de la Suprema Corte de Justicia de Provincia de Buenos Aires, Miguel Amadeo García Olivera, habló con PRIMERA EDICIÓN sobre los estudios genéticos y la ética médica, la importancia de los comités de bioética y los vacíos legales. El especialista también se refirió a los problemas psiquiátricos como principal causa de enfermedad laboral en algunas profesiones.¿Qué impacto tienen los estudios genéticos en la medicina y en la ética médica?En la ética médica tradicional -la que prevaleció hasta 1970 en los países centrales- se establecía una relación entre los profesionales de la salud y los pacientes. Y partir de estos años, los pacientes han tenido una jerarquización de su participación en la relación, porque han pasado de ser pacientes como sujetos inactivos a ser personas con derecho y capacidad de decisión. Eso generó lo que se llama principio de autonomía, es decir el paciente tiene voluntad para elegir si considera conveniente un método de diagnóstico o de tratamiento que el profesional de la salud le pueda ofrecer. Pero eso implica también que los profesionales de la salud tienen el deber y la obligación de informar a los pacientes. Este deber de informar comenzó siendo un tema de la bioética y ahora se transformó en un tema de connotación jurídica porque, en Argentina, se sancionó a finales de 2009 una ley que regula los derechos de los pacientes y donde se establece el deber jurídico del médico de informar al paciente.¿Se considera ético elegir el sexo del bebé? ¿Esta tecnología está disponible en nuestro país?En Argentina hay posibilidades tecnológicas de hacer estudios genéticos intraembarazos y en etapas muy tempranas, inclusive antes de la implantación -en una fecundación in vitro- se puede hacer un diagnóstico pre-implantacional, hacer un estudio de los espermatozoides, de los óvulos, de los embriones antes de su implantación y determinar si son normales o no, y qué tipo de anormalidades pueden tener. Éticamente se considera que se puede elegir el sexo del bebé cuando hay enfermedades genéticas ligadas al sexo, como podrían ser la transmisión de una hemofilia… En esos casos, tanto el equipo que interviene en la fertilización in vitro como los cónyuges tendrían la potestad para desechar los embriones masculinos, que son los que van a sufrir la enfermedad, y elegir los femeninos para ser implantados.Desde el punto de vista ético se considera correcto para impedir la transmisión de las enfermedades graves… pero no se puede hacer lo que se llama eugenesia positiva, que sería mandar a “hacer” un niño a medida del gusto de los padres… por ejemplo, si un matrimonio tiene tres hijas mujeres y está buscando el varón, eso no es ético porque produce un desbalance. Todo lo que modifica el proceso genético y de procreación tiene implicancias en las generaciones futuras.¿Y qué pasa cuando se sabe que el feto en gestación tiene síndrome de Down u otra patología?Nuestra legislación está atrasada, por eso decimos que el médico está falto de respaldo judicial para estas cuestiones porque hay un vacío legal en estas cuestiones. En otros países, en donde diagnosticada la malformación se pueden hacer los abortos eugénicos porque estos están reglamentados y hay todo un procedimiento que le permite al equipo de salud -dentro de la ley- dar una solución. En Argentina, la jurisprudencia (hay fallos de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Buenos Aires) avala el adelantamiento del parto de bebés anencéfalos, es decir que no han desarrollado su psiquismo superior.¿Hay que fortalecer los comités de bioética o readecuar el marco legal?Creo que tanto los comités de bioética como la actualización del marco legal son de suma importancia. Los comités son instituciones que aconsejan a los médicos y ofrecen un respaldo ético al equipo de salud. El vacío legal tiene que ser llenado, la sociedad pide definiciones.Enfermedades psiquiátricasSegún indicó el especialista García Olivera, la medicina laboral evolucionó. “Ya no sólo se ocupa de la atención de los trabajadores cuando éstos se accidentan en el lugar de trabajo. Tampoco limita su campo a hacer sólo lo que marca la ley, sino que ahora se busca investigar sobre cuáles son los riesgos y cómo evitarlos, de cómo es el ambiente y la metodología de trabajo para ver si no son estos los que generan los riesgos que pueden ser evitables”, remarcó.Advirtió que hay trabajos más relacionados con patologías del ámbito de la salud mental y la docencia es uno de ellos. “El docente tiene mucho estrés y requerimiento cuando está al frente de alumnos. Uno de los temas de los que también se habla hoy es el maltrato a los profesionales de la salud por la misma gente que va a pedir servicios. En el caso de los docentes, ocurre exactamente lo mismo, puede recibir agresiones de sus alumnos ante la discordancia entre el rendimiento de los alumnos y sus expectativas, también puede ser maltratado por cuestiones derivadas de lo administrativo… es muy frecuente que después de unos años de ejercicio profesional empiece a haber una especie de estrés y un agotamiento en cuanto a las calificaciones del docente para enfrentar una clase ante el alumnado"."La psiquiatría como causal de ausentismo es muy importante, no sólo en la docencia, sino también en todos los trabajos que exijan capacidad de decisión. En la medicina en general y en algunas especialidades en particular, como el médico de terapia intensiva, que tiene que resolver en segundos una metodología de diagnóstico y de tratamiento para un paciente crítico. También lo veo en los agentes de la administración de Justicia, los jueces y fiscales tienen una alta conf
lictividad con sus tareas y eso les genera estrés”, concluyó.
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