Señora Directora: Este viernes último por la mañana una cuadrilla de operarios comenzó a romper el pavimento de la avenida Santa Catalina, entre Francia y Andresito, frente a un templo religioso, vaya a saber uno con qué propósito. Da mucha bronca ver a esos trabajadores destruir la calzada de una importante vía vehicular de Posadas que hace alrededor de un lustro fue reconstruida a pleno, con el reemplazo total del pavimento en una 20 cuadras y con un trabajo y movimiento de suelos que duró varios meses.Indigna ver como se echa por tierra lo que alguna vez se ufanó el Intendente de entonces porque allí, por muchos años, no aparecerían baches, dada la calidad y el empeño puesto en la obra –y que me consta como vecino del lugar–. Pero ahora se ignora esa previsión, no sé autorizado por quién y ni si hay un permanente control municipal para limitar el daño y, tras la conclusión de las obras, de un futuro pozo que amenazaría a los vehículos que por allí circulen. Sobre todo en una avenida en la que el tránsito de vehículos pesados es habitual y cotidiano, amén de que en la zona están las playas de estacionamiento de algunas empresas de transporte de pasajeros de media distancia.Es de esperar que, concluido el trabajo, el pavimento se deje lo mejor posible, aunque ya nunca mantendrá la unidad estructural previa al destrozo que se está haciendo y es responsabilidad municipal asegurar que ello no sea así. Aunque mi temor es que, como ocurre en otras calles de la ciudad en que se abrieron pozos para distintas tareas (agua y cloacas, principalmente), finalizado el trabajo ese trozo de la avenida rápidamente se convierta en un nuevo bache. Si ello ocurriera, habrá sido en vano la enorme inversión y trabajo que se hizo allí para mejorar la calzada, facilitando el ingreso de vehículos pesados hacia diversas zonas de la ciudad; así como la paciencia puesta por los vecinos para disimular molestias cuando aquella tarea.Lamentablemente desde hace décadas Posadas está plagada de estos baches producto de obras que no se previeron en su momento y que, en muchos casos, se realizaron a poco de haber introducido mejoras en el lugar que luego se destruyó. Y concluidos los trabajos solo se extendió sobre la abertura una ligera capa de pavimento, cuando no solo se la tapó con tierra y algo de escombros.Alguna vez debe erradicarse ese proceder y, cuando es necesario e insalvable, aplicar fuertes multas a quienes dejan la tarea a medio hacer, convirtiéndolas en trampas para conductores y peatones.
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