Comprender y dimensionar la fuerza de la Energía Femenina como energía de Transformación no es tarea fácil, por eso las enseñanzas de la maestra metafísica Carmen Santiago, autora de varios libros y a quien tuve la oportunidad de conocer, puede ayudarnos.Comencemos con preguntas para abrir la mente a la reflexión: ¿Por qué las cualidades femeninas se continúan considerando inferiores a las masculinas? ¿Cuál es la importancia de la función femenina en la pacificación de la Tierra?Hasta ahora fueron las cualidades masculinas las que han dominado los intereses del mundo ya que se partió, hace cientos de años, de antiguas concepciones religiosas que afirman que el hombre pecó por culpa de la mujer. Por ejemplo, Santo Tomás de Aquino expresó: “La mujer es un hombre fallido”; San Agustín: “La mujer es una bestia ni firme ni estable”. Recordemos que la mujer representa la materia y el hombre el espíritu. La visión religiosa del mundo antiguo era que la materia es pecaminosa, por lo tanto la conclusión obligada fue que la mujer representa lo pecaminoso, la tentación. Estos conceptos aun persisten. ¿Cómo lograr una Tierra pacífica si la base misma de la sociedad está en guerra?De acuerdo con la física cuántica se sabe que materia y espíritu o materia y energía, son lo mismo: energía expresándose de diferentes maneras. Como energía el principio emisor masculino y el principio receptor femenino coexisten en el ser humano, sin importar el sexo que se manifieste. Todas las personas somos portadoras de ambas energías: emisora y receptiva. Una mujer sin cualidades masculinas no sabe tomar decisiones, el hombre sin cualidades femeninas no conoce la compasión.Por otra parte, para ocupar su lugar en la sociedad la mujer tuvo que rebelarse, y lo hizo a través de los distintos movimientos feministas, logrando grandes conquistas para sus derechos. Se armó de una mente masculina, se puso los pantalones metafóricos, y salió a competir y luchar. Se produjo entonces el desequilibrio pues en el camino se perdieron las funciones femeninas, y hoy día hasta son despreciadas: madre como centro del hogar, la que contiene, la que está presente en los primeros años del niño, la que cocina, nutre y alimenta y quien con corazón compasivo acoge a los que sufren. Hay demasiadas madres ausentes.El materialismo despiadado esta llevando a nuestro planeta al colapso. Muchas personas anhelan un cambio, y ello -según Maestros Espirituales- vendrá de la mano del descenso de la Energía Femenina, que por ser receptiva y contenedora puede funcionar como un útero para recibir lo nuevo, para que el Cielo descienda a la Tierra. La nota esencial de la energía femenina es la cooperación.ColaboraHilda GonzalezExperta en [email protected]
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