El piso de la casilla, construida con madera, además de ser precario, estaba totalmente dañado y el nivel del agua llegaba casi al borde del pozo.El cadáver estaba totalmente sumergido, con tan solo la parte superior del cráneo fuera del agua.Según lo declarado por Daniel Alberto Espíndola, de 22 años, cuando llegó de su trabajo no encontró a su padrastro en la casa y al buscarlo lo encontró en el pozo de la letrina.En la vivienda residen el fallecido De Mora, su esposa Lidia Ester Rodríguez, de 80 años, y su hijastro, el joven que halló el cuerpo.En el lugar trabajó realizando las pericias correspondientes personal de la Policía Científica de la UR-VIII, un médico policial y personal de bomberos voluntarios.
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