“Hasta ahora no se me borra la imagen de cómo quedó mi casa después de que la saquearon”. El relato conmovedor de Ramona A. (71) es tan solo una radiografía del temor y el trauma de los vecinos por los casos crecientes de inseguridad en la zona. Caminar por el barrio hace rato que no es lo mismo. Fundado en los años ’70, su construcción se relaciona con el crecimiento poblacional que tuvo Posadas hacia el Sur en la misma época en la que surgieron otros barrios como 25 de Mayo y Belgrano. Durante varias décadas todos los vecinos se “conocían todos” y el apoyo mutuo colaboraba en hacer un “hermoso” lugar donde vivir. Desde hace unos años ya no es un lugar tan “estupendo”. La creciente inseguridad más algunas transformaciones sociales (venta de los terrenos y la llegada de gente nueva ) derivó en que los tratos sean más distantes y por lo tanto menos unidos y vulnerables.Las casas, con rejas de arriba a abajo, algunas de ellas con servicio de seguridad privada y monitoreo satelital, son la muestra patente de lo que siente la gente: miedo. “Hay mucha gente dando vueltas, gente que no conocemos y que los vecinos sentimos que nos están estudiando”, relató don Luis quien es también, al igual que Ramona, uno de los vecinos más antiguos. “En el barrio hay que tener cuidado y tomar los recaudos necesarios porque el barrio en sí se volvió un poco tierra de nadie. Parecemos un barrio un poco olvidado”, sentenció el hombre.La gente se comporta con mucha desconfianza y se mueve como quien habita suburbios peligrosos: hay lugares por donde “se pasa” (con fama de peligrosos) y a ciertas horas de la noche también los pasillos se vuelven “lugares prohibidos”.“No tenemos mucha presencia policial, falta iluminación y realmente ante estas cosas nos sentimos un poco olvidados. Es cierto que la inseguridad está en todos lados, pero evidentemente no somos la excepción”, señaló Ramona, en tanto. “Cambios negativos”El vecindario en verdad se fue modificando, muchos de los vecinos antiguos dejaron la casa a los hijos y estos a su vez las vendieron, con lo cual no hay mucha unión, y de acuerdo al relato de los lugareños “la gente nueva no se involucra mucho en mejorar”, cuestionó Mary, para quien “es importante que exista una comisión vecinal con gente que se involucre y participe para devolver a toda esta zona la grandeza que tuvo siempre”, reflexionó.
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