Las pruebas genéticas cerraron el cerco sobre el detenido Carlos B. (23) en el marco de la investigación por el crimen de la adolescente embarazada María Belén (16). El ADN confirmó que los restos biológicos hallados en el cuerpo de la víctima corresponden al detenido por el hecho. La medida fue ordenada por el juez de instrucción III de Puerto Iguazú, el magistrado Martín Brítez, se cotejaron fluidos y vellos púbicos hallados en el cuerpo de la víctima con los del acusado. Las pruebas son más que contundentes y todo parece cercar al joven, detenido poco después del homicidio.Es destacable la tarea investigativa llevada a cabo por la División Investigación de la Unidad Regional V de Iguazú y la Dirección de Homicidios de la Policía de la provincia. Además, el trabajo articulado de los expertos de la Saic (Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas), el cuerpo médico forense de Iguazú y Posadas, genética forense y cuerpo bioquímico forense del Poder Judicial.Los estudios genéticos fueron realizados por profesionales especializados del Parque de la Salud de Posadas y su resultado ha sido obtenido en un lapso de diez días, debido a la cantidad de muestras. Por otra parte, continúa el trabajo de la Saic para tratar de ubicar la tablet robada a la chica, que de ser activada impactaría automáticamente en los rastreadores electrónicos de la Policía. En cuanto a la participación de otra persona en el hecho, estaría prácticamente descartado por parte de los peritos forenses, precisó un vocero del caso.
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