La gran difusión del Yoga en Occidente y el creciente número de sus practicantes se debe a que es una actividad sencilla y agradable pero completa, abarcadora y profunda para alcanzar la paz mental e ir mejorando la salud física, mediando siempre la consulta médica, porque Yoga y Ciencia se combinan hoy en un enfoque sostenible y sanador al comprobar que sentirse bien y relajado puede aliviar enfermedades y malestares crónicos en pro de una vida más larga, sana, activa y feliz.Según el Dr. Chopra, las investigaciones demuestran que las posturas envían señales al cerebro estimulando el aumento de la serotonina, neurotransmisor que actúa como un analgésico natural. Es por eso que las personas con artritis pueden aliviar el dolor, la rigidez y la inflamación de sus articulaciones, así como aumentar la amplitud de sus movimientos con la práctica suave del Yoga, siempre incluyendo su maravilloso componente que es la meditación.También se ha comprobado que esta práctica puede aportar alivio en los casos de fibromialgia, caracterizada por un dolor generalizado con puntos sensibles en las articulaciones, músculos y tendones, asociado con agotamiento, problemas de sueño, jaquecas, depresión y ansiedad. Aquí la atención, el cuidado y la paciencia son muy importantes, aplicando un trabajo suave y lento, con relajación y respiraciones profundas que liberan tensiones a través de exhalaciones largas y tranquilas. Este mismo trabajo puede reducir y aliviar otro cuadro doloroso como es el de las migrañas, en que un dolor punzante en la cabeza puede conllevar escalofríos, agotamiento, entumecimiento, pérdida de apetito, vómitos y sensibilidad a la luz.Además, en los casos de tensión sanguínea alta o hipertensión, cuando la presión sobre las arterias llega a ser tan fuerte como para poner en peligro la función del corazón y derivar en múltiples problemas orgánicos, pudiendo causar episodios de gravedad si es crónica, se impone priorizar siempre la consulta y el control médico; no obstante lo cual, nuestra práctica constante y un estilo de vida sano pueden colaborar significativamente para reducirla y mantenerla bajo control.Asimismo, el Yoga es beneficioso para las personas que padecen diabetes -con frecuencia asociada a la hipertensión-, porque actúa sobre los procesos que inciden en dicha enfermedad al mejorar las funciones del sistema nervioso, ayudar a regular la tensión sanguínea y los niveles de colesterol, así como estimular el trabajo del páncreas, todo ello relacionado con el nivel de azúcar en sangre. También contribuye a prevenir la aparición de esta enfermedad si su práctica asidua viene acompañada por un estilo de vida sano, pero si el mal ya está presente colabora en la prevención de complicaciones con su trabajo suave, fluido y constante.Esta experiencia milenaria, hoy apoyada en investigaciones efectuadas en varias universidades y hospitales del mundo, puede ayudar en todos los cuadros mencionados y en los que iremos describiendo siempre que la práctica sea asidua, constante. Y aún queda bastante por decir sobre la relación Yoga-salud, donde la paz mental es un componente fundamental tanto de la salud individual como de la salud social. Por eso en la clase de Yoga, en la hora del ahora, estamos recordado estas palabras de Gandhi: “No hay caminos para la paz. La paz es el camino”. Namasté.ColaboraAna Laborde Profesora de Yoga [email protected]
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