La falta de insumos para algunas escuelas para la modalidad de Adultos se ha vuelto un problema crónico. Sin importar si ganan poco, los docentes terminan comprando artículos de su propio bolsillo para que los estudiantes puedan tener clases con lo mínimo y esencial. Las denuncias llegaron a PRIMERA EDICIÓN pero, quienes están a cargo de las aulas, se niegan a dar a conocer sus nombres por temor a represalias. Sumado a eso, según comentan, están los que aunque padecen la falta de elementos para dar clases “no se quejan porque forman parte del sindicato oficialista”, en referencia a la UDPM. Contaron que “se comunicaron con el área de Suministros del Consejo General de Educación y constataron que no hay insumos para las escuelas de Adultos”, especialmente las primarias. En algunos casos, los padres colaboraron para comprar los libros de Registros mientras que revelaron que el propio Consejo habría instado a los directores a “que lo compren ellos mismos o ‘vendan cosas’ para conseguir recursos”. El problema con los suministros abarca a las escuelas primarias como así también a algunas secundarias de la modalidad. Uno de los maestros de primaria comentó a PRIMERA EDICIÓN que “en Suministros no hay tizas ni tampoco registros de alumnos”.“Lo peor es que falta solo una semana hábil para el 1 de mayo, que es cuando se va a realizar la jura de la lealtad a la Constitución y no hay certificados”, comentó. “Además los docentes tienen que pagar cada uno 50 pesos para la persona que hace la vigilancia de la institución” (en referencia a una escuela ubicada dentro de las cuatro avenidas).Esto ya ocurrió el año pasado pero esta situación se agravó en 2017”, indicó.Para contextualizar que la situación excede a las escuelas de Adultos primarias PRIMERA EDICIÓN accedió a fotos y registros de un curso que fue acondicionado con fondos y mano de obra de los propios docentes. <p lang="es" dir="ltr"><a href="https://twitter.com/hashtag/Reclamos?src=hash">#Reclamos</a> Denuncian falta de insumos para escuelas primarias de adultos<a href="https://t.co/rpz42f6G3o">https://t.co/rpz42f6G3o</a> <a href="https://t.co/jmB3ZT3oqX">pic.twitter.com/jmB3ZT3oqX</a></p>— Primera Edición (@primeraedicionw) <a href="https://twitter.com/primeraedicionw/status/855499214197055489">April 21, 2017</a>
Si ellos no ponían el dinero corrían el riesgo de quedarse sin espacio físico para dictar clases. El caso específicamente refiere a un aula de computación, en la que -luego de los gastos de la refacción- a través de notas a distintos organismos de Educación de la provincia solicitaron que puedan dotar de mobiliario y equipamiento informático, o se arbitren los mecanismos de inclusión para poder garantizar el equipamientos. Nunca hubo respuesta. Uno de los docentes a cargo comentó que para poder sostener el curso debió llevar sus propias computadoras. “Los que enseñan peluquería, electricidad, pintura sobre tela, corte y confección entre otros, deben llevar y traer sus implementos”, denunció. “Ni siquiera tenemos oportunidad de presentar proyectos, nos dejaron fuera del Conectar Igualdad porque no hay un plan para las escuelas primarias de adultos”, relató con desánimo.“Tenemos que acompañar a los alumnos en la venta de pollos, rifas etc. para poder comprar implementos. Esa es la forma de financiarnos ya que muchos son de escasos recursos y no pueden costearse por sí mismos”, comentó. “Si la escuela pública tiene una oferta educativa deberían proveer de los recursos”, subrayó. “Creemos que la intención es hacer desaparecer la modalidad Escuela de Adultos, porque como existe la Educación a Distancia también crearon el programa Pepa Eva, que son cursos tutoriales para que puedan finalizar los estudios primarios”, advirtió un educador consultado. “De esa manera nos obligan a trabajar en esas condiciones”, agregó.“Mientras por un lado el Estado no garantiza los elementos para trabajar, por el otro hacen auditorías que obligan a cerrar cursos si no hay más de diez alumnos y dejan a los docentes en disponibilidad”, se quejó.
Discussion about this post