Los padres de hoy son testigos, cada día en forma más frecuente, de una particular forma de violencia, que está siendo parte de las nuevas conductas de auto agresión de los adolescentes: se cortan con cuchillos brazos, piernas y abdomen; mientras que otros se muerden, se queman con cigarrillos, se rasguñan o se sacan el pelo; y otros se pegan contra la pared.¿Qué es lo que está pasando?, ¿Se trata de una nueva moda o de un problema psicológico relevante del cual debemos estar al tanto como padres del siglo XXI?El tipo de autolesión que se aborda en este artículo es la iterativa, la que se repite. Las personas que se autolesionan aprenden que al hacerse daño logran aliviar un estado emocional agobiante. Es por esto que se dice que la auto-lesión es un mecanismo para manejar emociones. Ha sido estudiada como fenómeno psicológico: quienes se autolesionan lo hacen para obtener una sensación de alivio, bienestar, eliminar angustias y disminuir ansiedad. Puede llamársele de muchas maneras y es un acto que intenta alterar un estado de ánimo al infligir un daño físico lo suficientemente serio como para dañar los tejidos del cuerpo. Este daño puede ser a base de cortes, quemaduras, golpes con objetos o con los propios puños, golpes a un objeto pesado, arrancarse pelo hasta sangrar, morderse, etc.Podemos definir entonces la auto agresión como un conjunto de conductas, donde el sujeto -de forma voluntaria e intencional- se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño a la apariencia o función de alguna (s) parte (s) del cuerpo, aunque sin la intención aparente de matarse.Una muy buena definición de lo que es la auto lesión es “el cometido deliberado de hacerse daño corporal, sin la ayuda de otra persona, en forma lo suficientemente severa como para causar daño a los tejidos y originar cicatrices o marcas” (Winchel y Stanley, 1991).Los pendientes, tatuajes y piercings no se consideran auto mutilación, pero sí la escarificación, término que proviene del inglés “scar”, que significa cicatriz. Esta técnica consiste en cortarse la piel, generalmente con un cuchillo o una cuchilla de afeitar, siguiendo la forma de un dibujo. Cuando la herida cura, se vuelve a abrir varias veces con el objetivo de hacerla bien visible, que resalte sobre la piel y no se borre con el paso del tiempo.El origen histórico de este fenómeno no está muy claro, pero se cree que comenzó a popularizarse durante el siglo XX. Podría decirse que surgió en Estados Unidos e Inglaterra. El destape ocurrió cuando actrices como Angelina Jolie y Drew Barrymore admitieron que en su adolescencia se habían cortado con cuchillos algunas partes del cuerpo. Más tarde, con la película “La Secretaria”, esta conducta se terminó de destapar.Actualmente existe una verdadera comunidad cibernética, principalmente de habla inglesa, que se identifica como “S.I.” (self injured: autoagresión), en la que los adolescentes se refugian y cuentan sus experiencias. En Latinoamérica el primer portal de ayuda que entrega información al respecto, en un mes y medio solamente recibió más de mil 300 visitas.Los investigadores han descubierto patrones comunes en la conducta de agredirse. Al parecer, el estímulo que lo provoca es algo que el individuo percibe como una amenaza de separación, rechazo o decepción, que genera un sentimiento de tensión abrumante, de soledad, de miedo al abandono, de odio a sí mismo, y la sensación de ser incapaz de manejar la propia agresión. Entonces, la ansiedad se incrementa y culmina en una sensación de irrealidad y de vacío que produce un adormecimiento de las emociones y cierto nivel de despersonalización. El cortarse o hacerse daño sería un medio primitivo para combatir esta última sensación (Malon y Berardi, 1987).En síntesis, la autodestrucción sería una forma de expresar el dolor, una forma no verbal de comunicación, en donde los sentimientos se transmiten visualmente, a través del cuerpo, que generalmente se usa para liberarse de sentimientos de rabia, ira, tristeza, soledad, rencor y dolor emocional, es decir, emociones que el auto-mutilador no puede expresar. También, a veces, ante el sentimiento de no estar vivo, los auto-flageladores se cortan para cerciorarse de que sí lo están.Fuente: psicologiainfantil.cl
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