La semana santa no resultó sinónimo de paz y reflexión para un funcionario público provincial, quien resultó víctima de delincuentes que se alzaron con un suculento botín de un millón de pesos en efectivo, dinero que guardaba en dos cajas fuertes de su vivienda, que fueron violentadas por los malvivientes.Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, la denuncia fue radicada por Cristian Acuña (42), titular del programa provincial “Conozco Misiones con mi escuela”, dependiente de Gobernación, quien se topó con la sorpresa en pleno Jueves Santo, cuando regresaba al inmueble en el que vive, emplazado sobre calle Derqui, a pocos metros de la intersección con la avenida Centenario.Fue alrededor de las 13.30 de ese día que la víctima regresó a su vivienda -ubicada en la misma chacra que el Palacio de Justicia provincial- y descubrió que algo no andaba bien: uno de los dos portones de chapa que dan a la vereda había sido violentado.Sobresaltado, el funcionario público ingresó al predio y descubrió con pavor que también había sido violentada la puerta de acceso al inmueble. Al ingresar, los rastros de la inseguridad lo llevaron hacia una de las habitaciones. Recién entonces confirmó la peor de las sospechas: malvivientes habían aprovechado su ausencia para llevarse una importante suma de dinero que guardaba en dos cajas fuertes.Por la evidencia recolectada en el lugar, los investigadores pudieron establecer que los ladrones se tomaron su tiempo para dar el golpe. Solo así se explica que, al estilo “boqueteros”, hayan logrado abrir uno de los macizos. El otro, en tanto, un poco más pequeño, literalmente fue sustraído por los autores de la escena.Sobre el monto, el denunciante aseguró que guardaba en ambas cajas 530 mil pesos argentinos y 30 mil dólares, algo así como 480 mil pesos al valor de cambio actual. En total, entonces, los delincuentes escaparon con alrededor de 1.010.000 pesos. No obstante ese botín en efectivo, también se alzaron con una notebook, una tablet, otros electrónicos y joyas varias, por lo que el perjuicio final es aún mayor.Hecha la denuncia, efectivos de la Dirección Criminalística, de la comisaría seccional Decimosexta y de la Unidad Regional?I iniciaron una pesquisa que continuaba anoche, en procura de identificar a los autores del hecho.En ese sentido, el levantamiento de huellas y la identificación digital a través de las cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones podría resultar determinante.La investigación está en manos del magistrado Ricardo Walter Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas.Sobre las teorías, las autoridades no descartan ninguna hipótesis, más allá de que la principal sospecha apunta a que los “boqueteros” sabían del monto que el funcionario provincial guardaba en el inmueble, razón por la que actuaron de manera certera.
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