"No es fácil, nadie tiene la receta mágica, hay que llegar a acuerdos y consensos y encontrar caminos para poder transitarlos", sostuvo monseñor Martín este Viernes Santo en declaraciones a radio Dos de Rosario.El arzobispo de Rosario sostuvo, además, que que "las próximas elecciones están tiñendo las discusiones" y los dirigentes "están viendo quién tiene razón sin importar las ideas o las propuestas o ver cómo pueden juntarse, tratar de encontrar caminos comunes".Para Martín "nos está faltando eso" y agregó que "dejamos de lado las necesidades de la gente y sólo se discute en función de quién va a ganar, quién tiene la razón".En esa línea, el prelado convocó a la dirigencia política a "ver cómo pueden juntarse" en pos de "encontrar caminos comunes" que permitan brindar soluciones a los problemas de la ciudadanía.El obispo también criticó el modo de vida contemporáneo, basado en el consumo y el individualismo."Vivimos una cultura que ha ido cambiando el eje en el consumo, el placer, el egoísmo y así nos va", sostuvo.Por su parte, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, convocó a los fieles católicos a trabajar para construir “la cultura del encuentro” y a "deponer rivalidades entre los argentinos, como lo pregona el Papa Francisco".En una homilía pronunciada anoche, al término de la procesión del Jueves Santo por las calles de la ciudad de Córdoba, el Ñañez señaló que "en nuestra patria desgraciadamente en muchas ocasiones se han reavivado desencuentros y enfrentamientos, lo que nos ha llevado a la frustración y a la tristeza", dijo Ñáñez, y advirtió que “si seguimos reavivando desencuentros en la patria, nos espera el fracaso, del que todos seremos responsables”.El arzobispo puso como ejemplo las obras del santo Cura Brochero y resaltó que “colaborando entre todos, podemos pensar una patria mejor, donde todos podamos vivir dignamente, pero solo si hay encuentros”.En diálogo con radio Mitre Córdoba, monseñor Ñáñez sostuvo que "la pobreza es un drama que venimos afrontando, un tema que nos concierne a todos. Y es un escándalo. En 1910, la Argentina estaba entre los primeros países del mundo, pero la riqueza no estaba distribuida", precisóÑáñez también admitió que la "grieta existe" y se mostró preocupado por la situación del país. En ese sentido, pidió "la unidad" para una sociedad que está "destruida", concluyó.Fuente Télam
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