Pasó el primer paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) al Gobierno de Mauricio Macri y dejó varias cuestiones para analizar. Pero, antes de describir algunas de ellas, hay que aclarar que a nadie escapan los problemas que atraviesan las empresas y sus trabajadores en la Argentina; que los altos impuestos los siguen pagando los que menos tienen, impactando fuertemente en los más pobres (como la inflación); y que no aparecen salidas dignas mediante la generación de fuentes de trabajo o una mano del Estado para salir de esta situación.Incluso la corrupción sigue enquistada por culpa de los negocios entre malos funcionarios y empresarios cómplices, que impiden que sea extirpada del Estado; ni se ven acciones judiciales y legislativas tendientes a castigar a sus responsables con firmeza y a corto plazo.Ahora bien, el pasado jueves 6 se repitieron viejas prácticas que la sociedad rechaza fuertemente y que un grupo de sindicalistas -algunos llevan muchos años en el ejercicio del poder gremial- no tienen intenciones de cambiar. Hay varios ejemplos que se dieron a nivel nacional como acá en Misiones. El primero fue el “apriete” de gremios como UTA que impidieron el funcionamiento del transporte de pasajeros, con un Estado ausente que ni siquiera aseguró un servicio mínimo, prestando seguridad a quienes debieron prestarlo. Sin transporte público de pasajeros, esta demostrado, cualquier medida de fuerza impacta profundamente. ¿Qué hubiera ocurrido si se garantizaba la movilidad de quienes querían trabajar? En el fondo, con acciones como éstas, al trabajador que desaprobaba el paro le faltó libertad para optar y dirimir así cuánta convocatoria tiene hoy la CGT. Sin temor, en los días previos al paro, llovieron las críticas a la conducción cegetista que -presionada por sectores de izquierda y el kirchnerismo que le coparon su último acto (recordado por la forma en que debieron salir “los gordos” con custodia y por el robo del atril); le tuvo que poner fecha a una medida de fuerza a la que ni ellos estaban convencidos de realizar.El que pudo, mediante su automóvil particular o el de algún compañero, vecino o amigo; se presentó a su lugar de trabajo. Pero la gran mayoría se vio obligado a quedarse en su casa por la falta de medios de movilidad públicos. ¿Cómo se puede decir que el paro tuvo un alto acatamiento? Ni la propia CGT ni siquiera el Gobierno nacional saben si el que se quedó en su casa a la fuerza, estaba de acuerdo o no con el paro nacional.Derecho de huelga pero también derecho al trabajoOtro lamentable ejemplo, fue el vivido en las estaciones de servicio. En Buenos Aires, valientes mujeres enfrentaron a los delegados gremiales que trataron de coartarles el derecho al trabajo interrumpiendo el expendio de combustibles. Fue una clara expresión de la diferencia que viven dirigentes y trabajadores. Los gremialistas, se produzca o no en el país, siguen viviendo del aporte de los afiliados y muchos también de otras “actividades”. Los asalariados, si no trabajan, no pueden sostener sus hogares, educar a sus hijos, etcétera. Pero, en la YPF del ACA de Posadas, la realidad fue distinta. Con una larga cola de autos esperando cargar combustible, con playeros trabajando, cayó el sindicato y encintó el perímetro del lugar obligando a parar. Ese video recorrió el país como una muestra de prepotencia y avasallamiento de los derechos de quienes eligieron un camino distinto al propuesto por la CGT.Algo similar se vivió en las rutas con los colectivos y camiones que estaban en camino a origen o destino, cuyos conductores eran obligados a parar a la vera, con el temor de ser agredidos si seguían su trayecto. Los dichos del titular del gremio de Peones de Taxis, Omar Viviani, que llamó a “dar vuelta” los autos de quienes trabajaran el 6 de abril, evidentemente no fueron casuales ni lanzados al azar. Parece que, en silencio, hay muchos Viviani en diferentes rubros.Contra la violencia sindicalHay muchos ciudadanos que sin ser “macristas” creen que el camino para cambiar lo que no esta bien debe ser el de la producción, el trabajo, el señalamiento de los errores sin el ejercicio de la violencia, sin el patoterismo, no permitiendo el uso de los trabajadores para obtener rédito político en un año electoral. Y, sobre todo, no volver a un pasado reciente que busca por distintos caminos recuperar el poder, teniendo mucho por explicar ante la Justicia y sin devolver aún el millonario dinero de la corrupción al pueblo argentino.Bochorno eldoradenseEn Misiones, varios Concejos Deliberantes buscaron diferentes excusas para evitar la sesión de esta semana. Se reunen semanalmente una sola vez para votar expedientes que pasan largo tiempo en tratamiento en comisión, como para plegarse a una medida de fuerza de la CGT.En el caso de Eldorado, los ediles renovadores por nota expresaron su adhesión al paro y dejaron sin quórum al cuerpo que esperaba ese jueves 6 definir varias cuestiones importantes como el incremento salarial para los empleados y la Memoria y Balance de la comuna. ¿Cuáles serán los reclamos de los concejales para hacer huelga?Apuntes de un año electoralEsta semana el Frente Cambiemos consolidó su estrategia política de cara a las elecciones legislativas de este año, al confirmar Humberto Schiavoni, máxima autoridad del PRO nacional, que en Misiones se priorizará firmemente el consenso para garantizar la gobernabilidad del presidente Macri. Sus palabras sonaron fuerte dentro del radicalismo, que pretende introducir su propia interna dentro del frente que involucra a otros actores.También dejó en claro Schiavoni quienes son los que no estarán en la alianza electoral ni serán tenidos en cuenta, en referencia a “pequeños partidos y sellos de goma que solo buscan escalar posiciones para lograr acceder a cargos legislativos sin tener los votos que dicen tener”, confió una fuente del espacio oficialista nacional.La Renovación define en junioEn el plano del Frente Renovador de la Concordia que gobierna en la provincia, conocido el decreto de convocatoria electoral con las fechas de agosto (Paso) y octubre (Generales), trascendió que el gobernador Hugo Passalacqua se refirió al tema en una reunión realizada días pasados. Teniendo en cuenta que hay ansiosos por ser confirmados en las listas, dijo que “la prioridad es la gestión y ayudar a gobernar, todos los que se dicen renovadores deben trabajar en esa línea porque aún no es momento de política, cuando el pueblo tiene necesidades”.Trascendió en esa reunión que la renovación recién a fines de junio, como es costumbre en este espacio político, presentará la nómina de sus candidatos. “Ahora, la acción principal es mitigar los problemas de la gente”, dicen que enfatizó Passalacqua.“Bolsa de Trabajo”En la deficitaria Emsa, el clossista presidente de la empresa (Sergio “Pity” Ferreyra) quedó muy expuesto ante la conducción renovadora por el conflicto que se desató con el gremio de Luz y Fuerza por la no renovación de 27 contratos surgidos de la bolsa de trabajo del sindicato de trabajadores eléctricos.Es que Ferreyra firmó la incorporaci&oac
ute;n de los ahora despedidos, contra la orden de no incorporar más personal en medio del conflicto ciudadano con Emsa por los tarifazos que generó una “auditoría” interna que determine con precisión los “rojos” millonarios.Ahora que el gobernador plasmó en un decreto el impedimento de más designaciones en el Estado que alteren la economía provincial, “Pity” no sabe cómo revertir su palabra a “Cachilo” Rodríguez de que los contratados volverían a sus puestos.Ferreyra como nadie sabe que Emsa esta superpoblada de personas incorporadas por favores políticos, punteros, hijos de dirigentes. Sin embargo, hasta que llegó la orden de arriba para dar marcha atrás, buscó siempre la forma de quedar bien con un sindicato que sabe profundamente cómo funciona Emsa.Mañana se sabrá si del quite de colaboración, LyF pasa al paro.
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