Por medio de fuentes periodísticas trascendió el viernes pasado que la Secretaría de Agricultura de la Nación habría establecido en 6 pesos el valor del kilo de hoja verde para la presente cosecha de yerba mate.La decisión no fue recibida con euforia en el sector productivo, pero se reconoce un avance respecto a la cosecha pasada y, de todos modos, no es posible discutir el precio una vez que, al no haber acuerdo en el Inym, se disparó el mecanismo de resolución por un laudo nacional. Dada esta circunstancia, el valor fijado, se acerca a los 6, 50 pesos que, junto a 24 para los secaderos, en un principio reclamaban los productores, aunque una mirada más estricta elevaría a alrededor de 8 pesos el precio razonable de la hoja verde, poniendo en la balanza la suba de los costos de producción. Con la memoria todavía fresca de las tensiones que se vivieron hace unas semanas atrás, cuando los productores se instalaron frente a la sede del Inym exigiendo medidas urgentes contra el abuso con los precios; y atendiendo a que la crisis está lejos de haber sido superada, dado el contexto de superproducción de materia prima; el laudo se puede ver como un paso adelante. De aquí en más, con la cosecha iniciada, se espera que se haga efectivo el fondo de asistencia financiera comprometido por la Nación, con una inversión de 200 millones de pesos garantizada por la Provincia y asistencia del Inym en un 100% de los intereses, y un 50% en caso de renovación.No obstante, persiste en el sector la preocupación respecto al cumplimiento de estos valores en las compras de materia prima que se realicen de aquí en adelante a lo largo de la zafra, para lo cual deberán funcionar a pleno los mecanismos de control acordados con el Inym, y el Gobierno de la Provincia, tras las últimas manifestaciones yerbateras. La voluntad política no es nada si no se traduce en una movilización puntual de organismos de control que garanticen el cumplimiento de los precios.
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